"Celedón tenía que volver a lo grande, que para eso su regreso se produce tras dos años sin fiestas de La Blanca"

Su inspiración de los póster de Godzilla de los años 50 para recrear a lo grande el regreso de Celedón, tras dos años sin fiestas de La Blanca por el parón del covid, ha aupado a Luis Carlos Orduz, un diseñador gráfico colombiano afincado desde hace 17 años en Vitoria, al primer puesto del concurso del cartel anunciador de estos festejos. Las 34 creaciones presentadas se podrán ver del 8 al 25 de junio en los centros cívicos de Iparralde y El Pilar.

En primer lugar, enhorabuena. ¿Qué le ha supuesto ganar este premio?

–Gracias. Una inyección de alegría. No me lo esperaba, la verdad. Era la primera vez que me presentaba y nunca antes lo había hecho para concurso de carteles. Y lo guay es eso, cuando no te lo esperas y llega. Cuando me lo comunicaron, pensaba que era broma. Me llamaron y le dije a la chica: "Será broma, ¿no?" y me dijo que no y yo, otra vez: "¿De verdad?". No me lo creía.

¿Le costó mucho encontrar la inspiración final para el cartel?

–No. Es una idea con la que ya llevaba varios años en la cabeza. He trabajado en una agencia de publicidad y hacíamos la gráfica de una panadería de aquí, La Vitoriana, y todos los años en fiestas, teníamos gráficas especiales para ellos. Y un año pensé que molaría hacer un cartel de Godzilla enorme.

¿Cuánto tiempo le ha llevado todo el proceso: desde la concepción de la idea hasta su materialización?

–Al trabajar tantos años en publicidad, cuando tienes la idea clara la manera de contarla es rápida. Tardé en hacer el boceto 13 minutos. Lo hice en papel. Y luego en digital, estuve como unas dos horas y lo que más me costó, para que te rías, fue meter el cartel en el CD para presentarme al concurso... Porque mi ordenador ya no tiene CD, así que tuve que preguntar a mis amigos porque hacía como unos 15 años que no lo grababa en uno... Y tampoco había CDs ya en ningún sitio. Fui a cuatro o cinco 'chinos' y en el último ya encontré dos y me acuerdo que la chica me dijo que me los vendía, pero que no sabía si funcionarían.

¿Qué ha querido transmitir con su obra?

–Me inspiré en Godzilla para expresar que Celedón vuelve. Aunque hay millones de películas de él, siempre era el mismo póster, el de que volvía, y la gente se sorprendía. Entonces, quise basarme en eso, en que ya sabíamos que algún día volverían las fiestas. Aunque es un cine de serie B, me gusta mucho ese rollo, pero quise darle la vuelta para que la gente lo vea como algo amable, querido y gracioso, sin que asuste mucho.

Así que un regreso a lo grande...

–Claro, claro. Celedón tenía que volver a lo grande, que para eso es un regreso después de dos años.

¿En qué diría que se diferencia de los carteles de otros años?

–Buah, pues no sé porque hay carteles muy buenos. Para mí el estilo que suelo llevar en mis ilustraciones es bastante cañero, pero suelo ser más esquemático diseñando y con este me basé más cuando estudiaba ilustración. Hacía mucho que no se veía un cartel con la plaza, por ejemplo.

¿Por qué ha elegido esa técnica y esos colores en concreto?

–Me acordé de la época en la que estudiaba Ilustración y decidí probar con los pasteles. Es una técnica que mola mucho cuando la ves de lejos, porque es un efecto aterciopelado y los colores me gustaban. También quería darle contrastes y la perspectiva de género, con el rosa y el azul.

¿Qué va a hacer con los 1.500 euros del premio?

–Probablemente, tapar agujeros (risas) y el resto, ahorrar.

¿Suele estar en Vitoria por La Blanca? ¿Qué actos son sus preferidos?

–Sí, además vivo en el centro, al lado de Los Fueros, y veo los conciertos todos los días. Lo que más me gusta de las fiestas, sin duda, son los conciertos y también suelo estar bastante en las txosnas. También me gusta estar en la bajada, pero suelo trabajar, así que son fiestas tranquis o muchas veces tengo que tocar. Este año tocamos en el Azkena y en fiestas en un bar, en la terraza del Hala Bedi, el día 4. Allí estaremos con las máscaras de gas, asustando un poco a la gente. Esperemos que disfruten las fiestas con responsabilidad. La gente quiere incendiar la ciudad, pero que lo haga con cabeza, que todavía hay coronavirus.