“Si no puedo correr, caminaré. Si no puedo caminar, me arrastraré. No voy a parar”. Esta es la declaración de intenciones que la cantante Celine Dion hace en el documental Soy Celine Dion que puede verse en Prime Video y que muestra, con toda su crudeza, la lucha de la canadiense contra el denominado “síndrome de la persona rígida”, la extraña enfermedad que padece desde hace casi dos décadas. Una enfermedad que afecta más a las mujeres con una prevalencia de uno o dos casos por millón de personas.
Este documental viene a ser el reconocimiento oficial de la razón por la que Dion ha tenido, por ejemplo, que cancelar giras de conciertos en estos últimos años. “Ya no puedo con más mentiras”, se le escucha afirmar en una película en la que hace incontables revelaciones y se le ve más vulnerable que nunca.
Fue hace un par de años cuando la cantante hizo público que padecía una rara enfermedad dirigiéndose a sus fans al afirmar “sabéis que siempre he sido un libro abierto pero hasta ahora no me había sentido preparada para decir nada”. Algo en lo que incidió en la única entrevista con la que promocionó el documental. “He guardado este secreto demasiado tiempo y fue un error. No fue la decisión correcta. ¿Por qué esperé tanto? Porque toda mi vida quise verme como alguien realmente valiente”.
Es sabido que a día de hoy Celine Dion no puede cantar. Una realidad a la que ha llegado tras un progresivo empeoramiento de su estado de salud del que era consciente y que ocultaba a su público. “Hacía trampas, como darle golpes al micrófono como si fuese culpa del sonido. A veces teníamos que parar el show para cambiarme de ropa, pero ya no volvía”, recuerda.
Momentos duros e íntimos
Soy Celine Dion está dirigido por Irene Taylor, nominada al Oscar por un cortometraje en el que trata otra enfermedad, la polio. La cinta es el resultado de más de un año de trabajo y de seguimiento a la artista.
El metraje muestra escenas en familia de la cantante con dos de sus hijos, una visita al lugar donde conserva objetos personales y vestuario y está repleto de duros momentos como cuando se ve a la cantante en el suelo de su habitación de hotel, atendida por un médico e incapaz siquiera de hablar. U otro en el que completamente rígida y sin controlar su propio cuerpo, tiene que ser ayudada por su equipo. Y, claro, también suena My heart will go on.
Los medios han acogido el documental con reseñas como “es desgarrador pero cargado de humor y esperanza” del New York Post o “las poderosas baladas del icono adquieren una resonancia en una mirada profundamente personal a la lucha de Dior contra el Síndrome de la Persona Rígida”, de Variety.