Comer junto al mar puede que sea uno de los placeres más esperados por los españoles con la llegada del verano pero, ¿has pensado alguna vez en cómo tiene que ser la experiencia de comer bajo el mar? Ya podemos dejar de imaginarlo y empezar a vivirlo: desde marzo de 2019 Noruega cuenta con el primer restaurante submarino en Europa. Aunque eso sí, los precios no son para todos los bolsillos.
Under, como se llama este proyecto, además de significar "debajo" en inglés, también se puede traducir como "maravilla" en noruego. Y no es para menos. Situado en la localidad sureña de Båly, el restaurante, un monolito de 34 metros semihundido en las aguas del Mar del Norte, cuenta con un ventanal de 11 metros de largo y 3 de ancho para que los comensales podamos disfrutar de las vistas del entorno marino mientras cenamos.
Para Nicolai Ellitsgaard, jefe de cocina, el menú que ha creado para Under se basa en la frescura de sus ingredientes y en la pureza y desnudez de los sabores. Sin embargo, este no está pensado para todos los públicos: además de costar unos 247 euros, no presenta ni opciones vegetarianas o veganas ni sin marisco: son 18 platos que van cambiando según la temporada para ofrecer sus mejores productos.
De esta forma, sus 40 comensales tendrán un menú limitado pero muy exclusivo porque, además, Under solo sirve cenas. Eso sí, con la categoría de una Estrella Michelín. Por eso, Snøhetta, el estudio de arquitectura encargado del proyecto, tuvo que hacer frente a una dificultad extra: la falta de luz que ilumine las aguas noruegas por la noche. Para solucionar este problema decidieron colocar unos focos que dejaran ver a los comensales la flora y la fauna del entorno, especialmente interesante gracias a la confluencia de las tormentas marinas del norte y del sur.
El restaurante Under visto desde fuera.
Asimismo, Under no es un simple restaurante. Este edificio también ha sido concebido como centro de investigación para estudiar la vida marina y su comportamiento. Además, la propia construcción ha sido creada para mimetizarse con el mar noruego.
Como afirman desde el estudio de arquitectura, "la estructura está diseñada para integrarse completamente en el entorno que la acoge a lo largo del tiempo. La rugosidad de la capa de hormigón funcionará como un arrecife artificial, permitiendo que las lapas y las algas puedan crecer sobre ella".
Para poder colocarlo bajo el mar, el restaurante primero se construyó en la superficie y después se llenó de agua, que luego se drenó, para hundirlo en sus profundidades. Aunque no todo el restaurante es submarino. El edificio está formado por tres niveles: en el primero nos encontramos con el recibidor y el guardarropa, en el segundo podremos disfrutar de la barra de champán y, en el tercero, nos espera el ansiado comedor con vistas al Mar del Norte.
Ventana que deja ver desde los tres pisos del restaurante las aguas del mar.