Athletic

Centrarse en el partido del sábado contra el Villarreal es lo único importante para el Athletic

Los jugadores del Athletic se conjuran antes de comenzar el partido ante el Elche.

Es muy difícil resistirse a la tentación de especular con solo ocho jornadas de campeonato por celebrarse. Son 24 los puntos que se han de poner en juego, lo que significa que hay margen suficiente para que se produzcan variaciones en todos y cada uno de los puestos de clasificación, si se descuenta que el primero lleva el nombre del Real Madrid, y por supuesto en la zona intermedia en que se encuentra el Athletic. Tanto es así que este sábado, sin ir más lejos, tiene ante sí la posibilidad de avanzar un puesto, para lo cual debe derrotar al Villarreal en su campo. De lograrlo accedería a la séptima posición y aventajaría en dos puntos al cuadro que gobierna Unai Emery. Dicha conquista, de certificarse a la conclusión de la liga, no garantiza plaza europea, pues sería necesario que el Betis se proclamase campeón de Copa el 23 del mes en curso para que los rojiblancos accediesen al bombo de la Conference League, el tercer torneo continental en importancia, creado un año atrás por la UEFA.

Es la meta más accesible que aparece en el horizonte, presumiblemente la única. Porque escalar hasta el sexto puesto, el último que da derecho a participar en la Europa League, exige protagonizar una txanpa final casi perfecta, toda vez que la Real Sociedad goza hoy de una ventaja de siete puntos y se halla totalmente centrada en el citado objetivo. Al igual que el Athletic, el conjunto guipuzcoano afronta el calendario sin distracciones. Se despidió de la Copa en los cuartos de final en febrero y casi al mismo tiempo dijo asimismo adiós a la Europa League. El afán por conciliar tantos frentes le pasó factura, algo que en los meses más recientes se ha reflejado especialmente en su producción ofensiva. Y pese a que le resulta imposible subsanar la baja de Oyarzabal, quien no volverá a competir hasta la siguiente campaña, se aferra a estar por tercer año consecutivo en Europa. El colchón de que disfruta se antoja más relevante que la lesión de su estrella.

Tratar de hurgar en el calendario de la Real y compararlo con el propio a fin de realizar una proyección de lo que acontecerá de aquí a mediados de mayo, se convierte en un ejercicio estéril. Sobre el papel acaso sea razonable asegurar que el grado de dificultad de los calendarios de ambos es bastante similar. Pero como ocurre siempre y con mayor motivo en la vigente coyuntura, la clave radica en el acopio de puntos que haga el Athletic, no en vano es el que precisa recortar la distancia. De nada valdrá que los de Imanol Alguacil flaqueen si la tropa de Marcelino no suma de tres en tres con una frecuencia superior a lo que acostumbra.

el bayern

El sobado "partido a partido", fórmula dialéctica aplicable a cualquier circunstancia, lógicamente encaja en el actual contexto. De modo que huelga añadir que la cita más inminente concita la máxima trascendencia. El Athletic no puede fallar el sábado, pero es inevitable que de reojo mire a lo que vaya a suceder hoy en la Champions, donde el Villarreal recibe nada más y nada menos que al Bayern Munich. Sin duda, dado el potencial de los germanos, este cruce asoma como un factor a considerar. Es cierto que el plantel de Emery se diseñó para compatibilizar con suficiencia dos competiciones, pero es complicado señalar un enemigo tan intratable como el que dirige Julian Nagelsmann, favorito habitual con independencia de la identidad del contrincante y del escenario.

De cumplirse la premisa de salir victorioso el Athletic el fin de semana, adelantaría a un Villarreal que el martes deberá desplazarse a Munich, un nuevo esfuerzo extra que podría condicionarle en la siguiente jornada liguera, más allá de cuál sea el desenlace de la ronda. Luego, al denominado submarino amarillo le restarán una serie de partidos donde los hay de todos los colores. Rivales de la parte alta, como Valencia, Sevilla, Real o Barcelona, y de la parte opuesta de la tabla, Getafe, Alavés o Rayo Vallecano. Claro que a estas alturas de la película no conviene fiarse de nadie. Es posible que incluso aquellos conjuntos que luchan por eludir el descenso acaben siendo más peligrosos que los que viven desahogados o apuran sus opciones en pos de un premio. Mientras las matemáticas no dicten sentencia, relajarse está tajantemente prohibido en abril y mayo.

Observando este criterio y pensando en la séptima posición, conviene no quitar ojo al Valencia. Y no únicamente por el hecho de que aparece como el perseguidor más cercano del Athletic, con tres puntos menos, dato que avala su crecimiento con el discurrir de los meses. En la agenda liguera del equipo che se lee que ha de viajar a San Mamés y previamente a La Cerámica, pero también que se medirá a Osasuna, Espanyol y Celta, todos ellos ubicados en tierra de nadie. No obstante, la atención que merece el cuadro de José Bordalás se justifica además porque está convocado para jugar la final de Copa. Y en la hipótesis, para nada descartable, de que se imponga al Betis, como se ha apuntado más arriba, el séptimo de la liga española quedará fuera de Europa.

la actualidad

Iñigo Martínez, con el grupo

Entrena con el grupo. Buenas noticias para Marcelino García Toral. Ayer, en el regreso al trabajo de la primera plantilla del Athletic tras disfrutar el lunes de una jornada de descanso, Iñigo Martínez completó el entrenamiento con el resto del grupo. Así lo comunicó el club en sus redes sociales, ya que la sesión fue a puerta cerrada. De esta manera, el central de Ondarroa, baja por una lesión muscular ante Getafe y Elche, tiene muchas papeletas de ser de la partida ante el Villarreal.

07/04/2022