Laguardia – Los servicios técnicos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja han dado por cerrados los datos de entrada de uva en bodegas de esta vendimia, aunque aún quedan pequeñas partidas que viticultores o bodegueros reservan para fines especiales y que se podrán vendimiar tras comunicarlo el Consejo Regulador, que es el órgano de gobierno del sector amparado por la enseña Rioja, y recibir luz verde para ello.
En concreto, a 31 de octubre de este año, se ha controlado la entrega en el conjunto de las tres zonas de la Denominación de 413.813.100 kilos de uvas, de los que 364.878.518 eran tintas y 48.934.582 blancas. De esas cantidades, las entradas en Rioja Alavesa han sido de 96.498.649 kilos. De ellos 87.030.661 eran uvas tintas y 9.467.988 kilos blancas.
De estas cifras, las generales son las producidas en el conjunto de la Denominación, pero las de Rioja Alavesa son solo las cantidades entregadas en bodegas de la zona, porque hay partidas que han llegado procedentes de Rioja Alta o Rioja Oriental y otras cantidades si se han producido en la comarca, pero se han entregado, por la existencia de contratos, en cualquiera de las otras dos zonas.
Normas de 2021 Por norma general, las entregas responden a los criterios de las normas de campaña. El punto de partida de ellas es que se permitía la entrada en bodega de un volumen equivalente al 100% de los rendimientos establecidos en las parcelas por las normas de la Denominación, lo que supone 6.500 kilogramos por hectárea para uvas tintas, y 9.000 kilos por hectárea para blancas, y un rendimiento de transformación del 70%.
De esta manera, en el caso de las uvas tintas, el máximo amparable será del 95%, es decir, de 6.175 kilos por hectárea, mientras que el 5% restante (325 kilos) podrá destinarse a stock cualitativo o a vino común si dicho stock no queda formalizado.
En el caso de las uvas blancas, el máximo amparable será también del 95%, es decir, de 8.550 kilos por hectárea, destinándose el 5% restante (450 kilos) a vino común.
Estos rendimientos de producción de uva fijados por el pleno del Consejo Regulador, se contabilizarán de forma separada e independiente para las variedades tintas y para las variedades blancas, con detalle de unas y otras, por razones de trazabilidad, y en justificación de la posible mención de las mismas en el etiquetado.
Esa producción se reduce en el caso de los viñedos singulares, que están sujetos a unos criterios mucho más estrictos. En este caso, la cantidad máxima amparable para un viñedo singular es el resultado de aplicar 5.000 kilos de uva por hectárea para las variedades tintas y 6.922 kilos de uva por hectárea para las variedades blancas. En cuanto al rendimiento, la transformación amparable uva-vino, con carácter general se establece en el 70%, lo que supone 74 litros por cada 100 kilos de vendimia, y en el caso de viñedo singular será de 65%. Para los espumosos de calidad, la transformación amparable está fijado en el 62%.
Durante toda la campaña de vendimia, que comenzó el pasado 25 de agosto por Rioja Oriental y, que en Rioja Alavesa se comenzó a entregar uva el día 30 de ese mismo mes de parcelas de aquella zona que engloba a La Rioja baja y Navarra, los servicios técnicos del Consejo Regulador han contado con personal propio y contratado que han controlado absolutamente todas las partidas que se iban entregando, así como las características analíticas de cada remolque, para certificar origen y estado sanitario.