Rebeca H. fue asesinada por su pareja, Leonel B., este martes en Bilbao. Horas después de conocerse la noticia, otro homicidio machista se produjo en Toledo: una mujer embarazada era asesinada por el que era su pareja. El jueves, un varón de 37 años mató a su compañera de 20 años, en Vallecas. Horas más tarde, otro hombre de 22 años era detenido después de que su compañera cayera desde un sexto piso en Benidorm. Desde que empezara este mes, diez hombres han asesinado a sus parejas o ex parejas mujeres. Los crímenes de otras dos mujeres se investigan como violencia machista.
“Este diciembre, quiero recordar, no tiene parangón desde que se tienen registros. Estas desgracias nos hacen pensar que estamos ante una violencia estructural”, declaró ayer el especialista en el mundo de la seguridad César Charro (Bilbao, 1962) en una entrevista concedida a Onda Vasca. Licenciado en Derecho y experto en Dirección de Seguridad, actualmente participa como asesor en varias asociaciones profesionales.
De este alarmante repunte de homicidios, destaca el factor de la edad: “Las estadísticas nos muestran que la mayor subida en casos de violencia de género se ha producido en personas que incluso están por debajo de la mayoría de edad, de 17 años hasta 25”.
En su opinión, la violencia machista “es una cuestión de Estado y habría que pararse a pensar si la dotación económica destinada a luchar contra esta lacra es suficiente, si está bien empleado”.
Tal y como sentenció, “hay mucha política y poca ciencia”. A su parecer, la violencia machista merece un “profundo estudio” para dar con sus causas. Para ello, mantiene como indispensable la “creación de equipos multidisciplinares que agrupen el trabajo desde distintos ámbitos profesionales como criminólogos, forenses y psicólogos”.
Por otro lado, al ser preguntado por aquellos políticos que niegan esta lacra insitió en que “uno puede negar la evidencia y no por ello tener razón”.
Después de que el Ministerio de Igualdad reuniera al comité de crisis este miércoles ante el repunte de asesinatos machistas, una de las conclusiones extraídas fue la necesidad de revisar los protocolos de prevención y protección. “No podemos esperar a establecer los mecanismos de protección cuando se presenta una demanda. Las estadísticas nos dicen que esa mujer llevaba detrás, al menos, ocho años de relación tóxica”, subrayó Charro al respecto.
En cuanto a la forma de atajar previamente, mantuvo que se debe “concienciar e introducir la perspectiva de género en todos los servicios que se prestan a la comunidad”. También en el sistema educativo.
Sobre el modo y las formas de protección, Charro reflexionó acerca de la “doble victimización”. Es decir, “la mujer puede llegar a pensar que ‘encima que soy yo la agredida, la atacada, la amenazada ¿soy yo quien tiene que tener una merma en mi libertad?”.
Banalización violencia
César Charro no solo piensa que vivamos en una cultura de la violencia generalizada, sino que “asistimos a un proceso de banalización de esta desde muchos ámbitos de la sociedad”.