Ceuta, la ciudad autónoma situada entre Europa y África con sus 20 kilómetros de costa, se está consolidando como un destino atractivo para el turismo vasco. Con una rica historia multicultural, una mitología derivada de la Antigua Grecia y un entorno natural que combina el Mediterráneo y el Atlántico, Ceuta ofrece una experiencia única para los visitantes que buscan descubrir algo nuevo y sorprendente.

Juan José Raggio Pérez, guía profesional de Servicios Turísticos en Ceuta, destaca que la ciudad es un auténtico cruce de caminos que refleja siglos de convivencia entre diversas culturas. "Para los turistas vascos, Ceuta representa una ventana al pasado, con sus Murallas Reales, la Basílica Tardorromana y la mezcla de influencias árabes, cristianas y judías que se perciben en cada rincón. Además, los mitos locales, como las leyendas de Hércules y las Columnas, que representan las referencias de los navegantes que cruzaban el Estrecho, aportan un toque mágico que transporta a los visitantes a otra época", explica Raggio.

Por su parte, Javier Galán, CEO del Centro Burbujas de Ceuta, resalta el potencial de las actividades acuáticas, especialmente el submarinismo. "Los fondos marinos de Ceuta esconden un tesoro de biodiversidad. Desde principiantes hasta buceadores avanzados, todos pueden disfrutar de una experiencia segura y única, descubriendo arrecifes, barcos hundidos y una fauna marina espectacular". Según Galán, el atractivo no se queda bajo el agua: "La conexión con la naturaleza es total. Además del buceo, los turistas pueden explorar el Monte Hacho, practicar kayak o relajarse en el Parque Marítimo del Mediterráneo".