Ya es un clásico de Sálvame que alguno de sus colaboradores se enfade durante el programa (o se lo lleve al límite) y abandone el plató asegurando que se marcha para siempre, aunque casi siempre vuelve al día siguiente o incluso minutos después. Lydia Lozano y Anabel Pantoja son dos de las clásicas de las lágrimas y las amenazas de adiós (y ambas siguen ahí), y este martes le ha tocado a Chelo García-Cortés, uno de los habituales blancos del programa, a la que suelen atacar más que a otros.
Durante todo el programa han asegurado que tenían una información comprometedora que iban a desvelar sobre ella y lo ha hecho finalmente Kiko Hernández, "Se ha puesto en contacto con el programa un familiar al que hace tiempo le pediste 2.000 euros. Pasado un mes se los devolviste. Ese familiar es tu sobrino Alberto y dice que no tiene ningún problema en dejarte dinero, porque eres su tía y siempre le has tenido mucho cariño. Pero en el momento más duro de su vida, cuando muere su madre, tu hermana, te perdió como tía porque no recibió ni siquiera una llamada tuya. Dice que desapareciste y que en más de un año no has vuelto a hablar con él", explicó el colaborador, provocando un tremendo enfado de Chelo García-Cortés.
"Me parece todo tan injusto y tan cruel que voy a optar por el silencio. El programa podía haberme preguntado, pero no voy a dar ninguna explicación. No me merezco esto", ha repetido varias veces. "Muchas gracias al programa por lo que está haciendo conmigo esta tarde. Gracias por nada. ¡Iros a la mierda! Ha sido un placer trabajar aquí. ¡No tenéis respeto!", ha dicho mientras abandonaba el plató, aunque Jorge Javier Vázquez, Adela González, Belén Esteban y Gema López intentaban que volviera.
Chelo, en lugar de calmarse, ha estallado contra la dirección. Ha mirado directamente a cámara y ha soltado: "No tenéis vergüenza. ¿Queréis esto de mí? Ni piedad ni vergüenza. Se ha acabado la historia. Este tema no se toca, me parece vergonzoso. No tenéis lo que hay que tener. ¿Pero os creéis que me compensa esta mierda? No tengo miedo. Dais demasiado fuerte. Hablad de quien tenéis que hablar, os aviso, porque se ha demostrado que aquí no me quieren".
Eso sí, tras ese tremendo enfado, la colaboradora ha regresado al plató, aunque con cara de circunstancias.