Osasuna

Chimy Ávila o cómo levantar a El Sadar sin meter gol

Chimy, al final del partido, regalando su camiseta.

El futbolista argentino de Osasuna Chimy Ávila disputó ayer 23 minutos tras salir del banquillo en sustitución de Rubén García, tiempo más que suficiente para levantar al reformado coliseo rojillo en varias ocasiones.

El 'Comandante' revolucionó a su afición nada más saltar al verde. El Sadar, al igual que frente al Espanyol, recibió a su jugador con una estruendosa ovación que levantó a mayores y jóvenes de sus asientos.

El deportista de 27 años formó junto a Budimir en punta con el objetivo de derribar la portería del Celta de Vigo. El aguerrido ariete tuvo la primera en cabeza tras un centro de Roberto Torres, pero su remate se marchó cerca del palo derecho de Matías Dituro. La grada, consciente de la necesidad de mantener enchufados a sus jugadores, se puso de pie y aplaudió de forma airosa la acción.

El árbitro añadió 7 minutos para ilusión de una hinchada navarra falta de gol, ya que no celebra un tanto en su estadio desde hace 534 días, tiempo en el que al menos han celebrado dos permanencias desde la televisión.

En el minuto 92, Cote colgó un balón al área que Ávila, pillo como ninguno, remató de cabeza entre los tres palos de forma contundente, pero Dituro despejó el esférico a córner. Segundos después, el rosarino arengó a las masas levantando los brazos de forma enérgica y reiterada pidiendo el último empuje. La grada estallaba sin hacer falta un gol. Increíble.

Una vez se señaló el final del partido, el número 9 se acercó al Graderío Sur para saludar y regalar su camiseta a un aficionado que seguro vibró con las embestidas de un futbolista que parece totalmente recuperado de las dos graves lesiones sufridas.

La calidad y la personalidad del Chimy gusta a la mayoría de un osasunismo que ayer volvió a quedar encandilado del carisma de una persona con quien es imposible negociar la intensidad con la que juega cada vez que salta al césped.

25/08/2021