Chimy Ávila se marchó del campo cariacontecido después de vivir la revisión por el VAR de su entrada sobre el jugador del Getafe Iglesias y el cambio de castigo, pasando de la tarjeta amarilla inicial que le mostró el árbitro, Díaz de Mera, a la cartulina roja y a la consiguiente expulsión. El atacante rojillo, que esta mañana ha estado muy serio en la sesión de entrenamiento a pesar de que no ha dejado de emplearse con el ímpetu tradicional que expone en todas sus acciones, ha mandado un mensaje en las redes sociales sobre sus sensaciones después de la peripecia que le tocó vivir y que afectó a la marcha del partido.
“Toca pedir perdón. A mis compañeros y a la afición. Agradecer al equipo que pelearon hasta el final, como unos verdaderos guerreros. Y sobre todo la afición, que se deja la voz en el estadio sea cual sea el resultado”, ha explicado el atacante argentino en sus cuentas en las redes.
Chimy protagonizó una acción con el jugador del Getafe Juan Iglesias que, en principio, supuso la tarjeta amarilla pero que después, tras ser llamado el árbitro por el asistente del VAR, De Burgos Bengoetxea, fue cambiada a cartulina roja para la estupefacción del principal afectado, pero también para sus compañeros, técnicos y aficionados de El Sadar. La prolija acta arbitral, en la que se explican los motivos de un total de quince circunstancias disciplinarias -entre amarillas y rojas a jugadores y técnicos de los dos equipos-, explica sobre la acción del Chimy que fue expulsado “por impactar con los tacos en la pierna de un adversario con uso de fuerza excesiva, estando el balón en juego”.
El atacante rojillo se perderá el partido ante el Real Madrid en el Bernabéu y será una sensible baja para el equipo ya que atraviesa un gran estado de forma.