Las autoridades del distrito de la ciudad de Zhengzhou que acoge una gran fábrica del proveedor de la empresa estadounidense Apple Foxconn decretaron hoy un confinamiento que se prolongará durante siete días ante una situación epidemiológica de covid-19 que describieron como "grave y complicada".
El distrito de la Zona Experimental Económica Integral del Aeropuerto de Zhengzhou permanecerá bajo confinamiento hasta el 9 de noviembre, período durante el cual los vehículos privados tendrán prohibida la circulación y el transporte público quedará paralizado.
Solo podrán operar vehículos que transporten víveres o materiales sanitarios y todos los residentes tendrán que quedarse en sus domicilios y someterse a varias pruebas PCR que organizarán las autoridades en los vecindarios, explicó el gobierno distrital en un comunicado.
Ningún comercio, excepto farmacias y algunos supermercados que garantizarán un suministro básico, podrá abrir sus puertas.
Zhengzhou, de 10 millones de habitantes, informó hoy de 64 nuevos casos de covid detectados la víspera, 294 de ellos asintomáticos.
El pasado fin de semana, vídeos en las redes sociales chinas mostraban cómo empleados de la fábrica de la empresa taiwanesa Foxconn -el mayor ensamblador mundial de iPhone- abandonaban las instalaciones y encontraban dificultades para volver a sus casas ante el confinamiento parcial de la ciudad.
Las imágenes de trabajadores con sus enseres saltando las vallas de la factoría y yendo hacia sus lugares de origen a pie por las carreteras debido a la paralización parcial del transporte público en la ciudad despertaron la indignación de los internautas chinos.
La empresa tuvo que desmentir la semana pasada rumores de que 20.000 de los aproximadamente 350.000 trabajadores de la planta se habían contagiado de covid.
La compañía explicó este martes en su cuenta oficial en la red social Wechat que ha cuadruplicado los sueldos diarios en la fábrica hasta los 400 yuanes (55 dólares, 55 euros) para tratar de contener el éxodo de los empleados.
Zhengzhou lleva lidiando con un rebrote de covid desde hace aproximadamente dos semanas, período durante el cual se han aplicado confinamientos en numerosas áreas.
Desde 2020, grandes fábricas como la de Foxconn en Zhengzhou han respondido a rebrotes en las áreas cercanas instaurando un llamado "circuito cerrado", que implica la permanencia de los empleados en las instalaciones durante largas temporadas para evitar contagios del exterior y mantener la producción, lo que ha causado en ocasiones protestas por las malas condiciones sanitarias o por la falta de víveres.
China permanece aferrada a la política de 'cero covid', que consiste en el aislamiento de todos los contagiados y sus contactos cercanos, estrictos controles fronterizos, restricciones a la movilidad y campañas de pruebas PCR masivas allá donde se detecta algún caso.
Durante el XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), celebrado el mes pasado en Pekín, ni en el discurso del secretario general de la formación y líder del país, Xi Jinping, ni en las comparecencias de los distintos portavoces se dejó entrever un cambio de estrategia.
Según las cifras oficiales, fallecieron desde el comienzo de la pandemia 5.226 personas en China, cuyas autoridades sostienen que el 'cero covid' ha salvado millones de vidas.