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El Gobierno de China ha mostrado este viernes su preocupación por los últimos acontecimientos registrados en Siria, si bien ha dicho respetar y defender "la elección del pueblo", al tiempo que ha hecho un llamamiento a "lograr el restablecimiento de la paz".
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha indicado tras reunirse en Pekín con su homólogo egipcio, Badr Abdelati, que ambos están "inquietos" por los últimos acontecimientos tras la caída del presidente sirio, Bashar al Assad, tras la ofensiva relámpago encabezada por grupos rebeldes y yihadistas. "Hacemos un llamamiento para que se respete la soberanía del país", ha dicho durante una rueda de prensa en la que ha instado a evitar que "fuerzas terroristas y extremistas saquen provecho del caos" que prevalece en el territorio.
"La situación en Siria ha empeorado drásticamente. China ha seguido esto con atención, pero nunca ha intervenido en los asuntos internos del país y respeta la decisión de su pueblo", ha aseverad antes de recalcar la importancia de lograr la estabilidad lo antes posible. En este sentido, ha destacado la necesidad de lograr un plan de reestructuración nacional que "responda a la voluntad" de la población.
Asimismo, ha instado a "suspender las sanciones unilaterales ilegítimas" impuestas desde hace años contra Damasco, tal y como ha recogido el Ministerio en un comunicado.