La Presidenta de Navarra, María Chivite, ha participado esta tarde en la primera visita teatralizada al Palacio de Navarra, que ha abierto sus puertas a la ciudadanía con motivo del Día de Navarra. La sede del Ejecutivo foral ha organizado estas visitas, con carácter gratuito, del 25 al 29 de noviembre, que ya han agotado sus entradas. Los días laborables el recorrido comienza a las 19:00 horas, y los sábados y festivos hay dos horarios, a las 12:00 y a las 19:00 horas.
Chivite y el resto de participantes han podido disfrutar de una visita inusual, ya que el guía contratado ha tenido un “percance” y, al no poder asistir, ha sido sustituido por “un extraño relojero del Palacio”. Junto a él, han recorrido los distintos salones institucionales de la sede del Ejecutivo foral, donde han encontrado diferentes sorpresas, divertidas y didácticas.
Antes de comenzar, la Presidenta se ha dirigido a las personas que han asistido, señalando que “es un placer volver a recibir visitantes con normalidad” en el Palacio, “una manera real de acercar a la ciudadanía al trabajo que desarrollamos”, ha destacado el Gobierno en una nota de prensa.
También ha destacado que la sede del Ejecutivo foral es “un verdadero libro de historia”, donde podemos encontrar "obras artísticas, libros y elementos decorativos que nos recuerdan en todo momento una herencia realmente formidable, el esplendor y la importancia que alcanzó Navarra en la Europa medieval".
Estancias emblemáticas del Palacio de Navarra
Durante el recorrido dramatizado, los y las asistentes han visitado las estancias más emblemáticas del Palacio, descubriendo detalles y curiosidades de la historia de la Comunidad foral y de las obras de arte que se guardan en su interior.
La visita ha comenzado en el Salón de Sesiones, donde el Gobierno de Navarra celebra sus reuniones, que cuenta con un conjunto de murales representativos de la Comunidad Foral, realizados en 1935 por el pintor Gustavo de Maeztu.
Seguidamente, el trayecto ha continuado por el despacho de Presidencia. La pared central de esta estancia está ocupada por un gran tapiz que representa a Sancho VII el Fuerte en la batalla de las Navas de Tolosa, realizado en 1950 por Vicente Pascual. En este despacho se encuentra el elemento artístico de mayor valor que alberga el Palacio de Navarra, el retrato de Fernando VII (Fernando III de Navarra), realizado por Francisco de Goya en 1814.
Se ha continuado por el Salón Verde, donde puede apreciarse una galería de 26 retratos reales de la dinastía de Borbón. Luego, la visita ha llevado a los y las participantes al Salón de Retratos, en cuyas paredes se exhibe una galería con los retratos de quienes han presidido la Diputación foral y el Gobierno de Navarra desde 1940 hasta la actualidad. Todos los cuadros son obra del pintor tudelano César Muñoz Sola, a excepción del de Gabriel Urralburu, pintado por Pedro Manterola; los de Javier Otano y Miguel Sanz, obra de Tomás Muñoz Asensio, hijo de Muñoz Sola; el de Yolanda Barcina, pintado por Elena Goñi, y el de Uxue Barkos, obra de Iñaki Lazkoz.
A continuación, los y las asistentes han visitado el Salón comedor, que fue decorado en 1951 utilizando elementos originales del palacio y manteniendo el estilo isabelino. En sus paredes se exhiben los retratos de SS.MM los Reyes de España, realizados en 2015 por la pintora pamplonesa Elena Goñi.
Seguidamente, han podido conocer la Antecámara del Salón del Trono, que se encuentra ornamentada con piezas artísticas como un retrato del primer Príncipe de Viana y un tapiz flamenco del siglo XVII.
Después, se ha acudido la capilla, ubicada junto al Salón del Trono. Está presidida por un retablo de estilo rococó, recompuesto con piezas procedentes de Ujué / Uxue. En las hornacinas mayores figuran sendas tallas de los patronos de Navarra, San Fermín y San Francisco de Javier, y en el centro, una réplica de Santa María la Real, imagen titular de la Catedral de Pamplona / Iruña.
Salón del Trono, estancia principal del Palacio
Por último, la visita ha finalizado en el Salón del Trono, la estancia principal del Palacio de Navarra. En él se representan los principales episodios y personajes de la historia del Reino de Navarra, decorado entre 1861 y 1865 al estilo de los salones franceses de la época.
La decoración del techo tiene como motivo principal una alegoría de Navarra, representada como una matrona sentada y coronada, con palmas y laureles en su mano derecha y dirigiendo su mirada hacia el templo de la sabiduría. Está rodeada de las cuatro virtudes cardinales –Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza –obra del artista navarro Miguel Ángel Azparren, quien las realizó en 1862.
Por su parte, toda la superficie de la estancia está cubierta con un entarimado de taracea realizado por la firma M. Laurent de París y colocado en 1862 por el carpintero Lázaro Peruchena. Consta de más de 500 rombos, con distintos modelos de motivos vegetales y artísticos, y una artística greca que bordea el salón.
El espacio principal está formado por un estrado sobre tres peldaños en el que se asientan, bajo un dosel de terciopelo, los dos sitiales que constituyen el trono. El trono tiene como fondo una reproducción, realizada en 1954, del Pendón de las Navas, pieza singular del arte almohade conformada por dibujos geométricos y frases del Corán, que trajo para sí como trofeo tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) el rey de Castilla Alfonso VII, que luchó junto a los monarcas de Navarra y León. El pendón original se conserva en el monasterio de las Huelgas, en Burgos.
Producción teatral de Butaca 78 Eserlekua
La producción teatral corre a cargo de Laura Laiglesia y Leire Ruiz, dramaturga y directora, que han estado acompañadas por actores y actrices profesionales que forman parte del equipo de profesorado de la escuela Butaca 78 Eserlekua, de la que ambas son socias. También el reparto estará compuesto por tres alumnos y alumnas de la escuela, que colaboran como actores completando el elenco. Concretamente, son Txori García Uriz; José Mª Asín; Iratxe García Uriz; Rosa Nagore; Javier Baigorri; Jesús Javier Elizondo, y María Mariguor.