Quizá el hecho de llegar a la élite continental desde lo más profundo del baloncesto mundial le ha servido a Chris Jones –rival este viernes del Baskonia– para no tener miedo a nada y ser el jugador que siempre pide el balón en los momentos calientes.
Forjado en un baloncesto humilde, lejos de los focos y habituado a sacar las castañas del fuego desde los inicios de su carrera, el director de juego del Valencia Basket ha mostrado ser un jugador con personalidad y que no se arredra ante nada y ante nadie.
Así lo mostró por ejemplo hace dos semanas en la visita taronja al Oaka. Con dos puntos abajo (91-89), al base de Texas no le tembló la mano para, una vez que se deshizo de su defensor, levantarse desde más allá desde la línea de 6,75 metros y embocar un triple en el último segundo que daba un valioso triunfo a los de Mumbrú. Fue el broche perfecto a su partidazo. 24 puntos con una excelente carta de tiro –6/7 en tiros de 2 (85,7%), 2/3 en triples (66,6%) y 6/7 (85,7%) en tiros libres–, a lo que añadió 4 rebotes, 5 asistencias, 1 robo y 4 faltas recibidas para una valoración de 33 puntos.
Eso sí, el jugador con pasaporte armenio ha completado unos cuantos más de ese nivel desde su llegada al Valencia Basket. Ante el Mónaco al inicio de curso también alcanzó los 33 puntos de valoración tras anotar 27 puntos –5/8 (62,5%) en tiros de dos, 5/7 (71%) en triples y 2/2 (100%) en libres, con 4 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 5 faltas recibidas.
“ El líder del cuadro 'taronja' promedia en Euroliga 14,3 puntos, 2,5 rebotes, 4,8 asistencias y 1,5 robos para una valoración final de 16,6. ”
Con actuaciones así, no son de extrañar los excelentes números que promedia en la máxima competición continental: 14,3 puntos, 2,5 rebotes, 4,8 asistencias y 1,5 robos para una valoración final de 16,6. Queda claro que Chris Jones es el líder de este Valencia Basket.
Un jugador con una historia muy particular. Y es que tras no poder hacer carrera en su Estados Unidos natal, a Jones no se le cayeron los anillos para empezar a hacerse un nombre en el desconocido baloncesto mongol. Un destino de lo más exótico y poco habitual para un jugador formado en la Universidad de North Texas, en la que estuvo tres años.
Frenazo por una lesión
Una inoportuna lesión en el pie en su año sophomore le cortó la progresión ya que en su primer curso firmó unos excelentes números (14 puntos, 4,7 rebotes, 4,2 asistencias y 2,4 robos). El hoy director de juego del Valencia Basket recalaría en su cuarto año universitario en Angelo State, donde recuperaría sus mejores sensaciones tras sus dos discretos últimos años en Texas.
Pese a un notable curso en el que acabaría con 15,3 puntos, 4,7 rebotes, 4,7 asistencias y 2,1 recuperaciones, Jones no pudo cumplir su sueño de ser elegido en el draft de 2015, lo que le obligó a buscarse la vida.
En la campaña 2015-16 comenzaría su carrera profesional en el desconocido Tuv Ajmag de la ciudad de Chinggis. Su brillante papel en Mongolia le permitió dar el salto a Europa de la mano del Starwing Regio Basel suizo en la 2016-17, equipo al que guió hasta los play off tras un brillante curso –19,7 puntos, 5,6 rebotes, 4,6 asistencias y 2,3 recuperaciones–.
Otro escalón más. El Belfius Mons Hainaut de la liga belga fue el nuevo paso adelante que dio en las siguientes dos temporadas. Además de disputar una liga más potente, en la que de nuevo alcanzaría el play off, pudo estrenarse en la FIBA Europe Cup. Sus 14,8 puntos, 3,8 rebotes, 4,5 asistencias y 1,5 robos fueron el reclamo para aterrizar en un torneo de más pedigrí como el turco, al que llegaría de la mano del Bursaspor.
El salto a la Euroliga
Jones ayudaría a lograr la permanencia al recién ascendido cuadro otomano y justo en ese momento, cuando parecía que se iba a frenar su progresión por culpa de la pandemia, llegaría su gran oportunidad.
Y es que cuando regresaron las competiciones, lo haría formando parte de un equipo de Euroliga como el Maccabi, quien se hizo con sus servicios para cubrir la baja del lesionado Wilbekin.
Jones no desaprovecharía su primera incursión en un conjunto de Euroliga, con el que ganaría dos títulos del torneo doméstico y una Copa en Israel. Su nombre ya sonaba por Europa y su siguiente escala fue el Asvel Villerbaunne, desde donde recalaría el verano pasado al Valencia Basket, equipo en el que ahora es uno de sus principales ejecutores.