La posibilidad de alcanzar un consenso sobre la persona o entidad que protagonizará el lanzamiento del Chupinazo de Pamplona no se presenta sencilla a 20 semanas del inicio de los Sanfermines, si es que la pandemia no lo impide por tercer año consecutivo.
El único nombre que está sobre la mesa es el de Juan Carlos Unzué, exjugador de fútbol y afectado por ELA, que el alcalde Maya ha deslizado en algunos medios como su opción preferida para tirar el Chupinazo desde el balcón consistorial.
"Estoy en el derecho de pensar en una persona que me parece que sería ideal para lanzar el Chupinazo y lo digo. No he dicho que va a ser sí o sí, ni que lo voy a imponer por encima de todo. Espero que lleguemos a ese consenso", ha señalado el alcalde Maya refiriéndose a Unzué sin citarle expresamente.
Públicamente, el exjugador de Osasuna, Barcelona o Sevilla ya ha comentado que le haría mucha ilusión lanzar el Chupinazo y que sería un buen escaparate para dar mayor visibilidad a la enfermedad que padece, lo que le ha llevado a poner en marcha una campaña de sensibilización social con amplia repercusión mediática.
La decisión es una competencia de Alcaldía. En la pasada legislatura, el cuatripartito introdujo un sistema para que fueran los ciudadanos de Pamplona -por delegación del alcalde- los que eligieran por votación a la persona o entidad encargada de tirar el cohete anunciador de las fiestas.
Este método no convence al alcalde. En repetidas ocasiones ha mostrado su desacuerdo al entender que la consulta popular genera "ganadores y perdedores" entre los candidatos propuestos.
Maya ha dicho que prefiere que sean los grupos municipales los que tomen la decisión, pero a día de hoy no se ha dirigido a ellos de forma oficial para tratar el asunto.
La figura de Juan Carlos Unzué se considera del todo adecuada y genera un consenso unánime entre los grupos municipales, según las fuentes consultadas por este periódico, pero no tanto las formas elegidas por el alcalde.
Consideran que si el objetivo de Maya era buscar un acuerdo la forma adecuada hubiera sido tratarlo discretamente con los grupos municipales antes de deslizar un nombre públicamente.
La principal incógnita en estos momentos tiene que ver con lo que el equipo de Gobierno entiende como consenso.
Varios portavoces municipales han manifestado sus dudas sobre el procedimiento si el alcalde ya tiene un candidato. Se desconoce si será necesaria la unanimidad y si será posible plantear otros nombres al margen de Juan Carlos Unzué en caso de que surjan desavenencias.
Recientemente, los grupos de la oposición plantearon una iniciativa en la Comisión de Presidencia solicitando al equipo de Gobierno que mientras no se acuerde otro sistema se mantenga la votación popular para la elección del Chupinazo.
Votaron a favor EH Bildu, PSN y Geroa Bai, mientras que Navarra Suma votó en contra.
No es descartable que esta cuestión salga a relucir esta semana, teniendo en cuenta que mañana martes se celebra la Mesa General de los Sanfermines y que el viernes está convocada la Junta de Portavoces, el órgano señalado por el alcalde para consensuar el nombre.
La pandemia ha impedido que haya Chupinazo en 2020 y 2021. El último fue en 2019, al poco tiempo de que Maya recuperara la Alcaldía, y lo protagonizó La Pamplonesa tras una votación popular que registró 9.472 sufragios.
En 2018 votaron 12.213 personas. La elección recayó en el grupo Motxila 21, de la Asociación Síndrome de Down, con 5.098 votos (42%).
En 2017 se registró una participación de 9.053 sufragios. Ganó la DYA, con el 74,2% de los votos (6.721 en total).
El sistema se estrenó en 2016. El elegido fue Jesús Ilundáin, 'El Tuli', un histórico sanferminero del Casco Viejo y socio del Bronce, que obtuvo 3.960 votos (40,3%) de los 9.830 registrados.
En todos los casos, la Mesa de los Sanfermines se encargaba de presentar las candidaturas. Una vez validadas y tras hacerse públicos los méritos por lo que eran presentadas, pasaban a votación popular.