Borinbizkarra dedica parte de sus calles a océanos; San Martín a pintores; Mariturri a localidades de Rioja Alavesa; Salburua a ciudades europeas; Ariznabarra a castillos; Zaramaga a cuadrillas; Adurza a instrumentos del folklore vasco... "Hay de todo, menos de mujeres", apunta la investigadora en cuestiones de género, Isabel Mellén que, junto con la historiadora Virginia López de Maturana, ha sacado a la luz nombres de mujeres olvidadas por la ciudad para que luzcan en el "cicatero callejero de Vitoria con las mujeres", parafraseando al alcalde, Gorka Urtaran.
Nueve de ellas, pronto denominarán espacios públicos de Vitoria. Otras se han quedado en el tintero por ahora pero, quién sabe si algún día... "Claro que muchos nombres se han quedado en el tintero y probablemente asomen otros a medida que descubramos nuevas historias que hasta ahora no conocíamos", aplaude Mellén.
Sólo el 15% de las calles de Gasteiz tiene nombre de mujer frente al 85% de hombre. Y de ellas, "la mayor parte son vírgenes y santas, una desproporción dramática", valora la filósofa e historiadora. "Hemos intentado paliar esa ausencia numérica con más cariño", dice. "Tampoco queríamos que todas las mujeres fueran a la periferia, pero si la ciudad crece, por qué no denominar a todo un sector con nombres de mujeres, puede ser interesante", deja sobre la mesa Mellén."Se ha hecho un enorme esfuerzo para encontrar espacios públicos céntricos sin nombre y se han elegido lugares realmente significativos, como las plazas de Artium y El Corte Inglés; a nivel cuantitativo, difícilmente vamos a poder encontrar esa paridad deseada en el callejero, pero a nivel cualitativo, por lo menos que de forma simbólica estén presentes las mujeres en espacios relevantes", considera.
matrículas de honor De sus meses y meses de investigación, subraya el nombre de Concepción López de Arróyabe con el que se va a denominar a la plaza de la iglesia de El Carmen. Fue una mujer de la que Isabel ya tenía noticias, a raíz de una investigación previa; sin embargo, a medida que fue profundizando en su persona, le sorprendió todavía más. "Fue pionera, tuvo que pedir un permiso especial para poder estudiar en el siglo XIX y así se convirtió en la primera alumna del instituto de enseñanzas medias de Vitoria", ensalza.
Extremadamente brillante en su curriculum, con matrículas de honor, "barrió a todos los alumnos de su curso" y, pese a ello, "sufrió cierto menosprecio por parte de sus compañeros", lamenta. Para más inri, en el discurso final de carrera, lejos de ensalzar sus logros, prácticamente lo que le dijeron es que muy bien, que ya estaba preparada para el matrimonio, siendo tan sobresaliente como era. "Ya esa historia merece la pena en sí, por ser una mujer pionera y romper ese techo de cristal, bueno en su caso de hormigón", ironiza Mellén.
Además, "investigando, descubrimos que había sufrido un caso de violencia de género, le habían dicho que su futuro era casarse y, efectivamente se casó, con un militar que estuvo a punto de matarla a los dos años de contraer matrimonio. "Imagínate a un mujer en aquella época, en un tribunal militar tratando de defenderse e intentando divorciarse de su maltratador; me pareció muy duro y, más aún, que a raíz de esos hechos, a él le ascendieran a grado de capitán y ella, por el contrario, desapareciese por completo del escenario público, ya que le prohibieron participar en la vida intelectual de Vitoria; una mujer brillantísima que nos perdimos en la ciudad a causa de ese machismo y de esa violencia que tuvo que soportar", señala.
Para Isabel, el de Concepción López de Arróyabe es un ejemplo paradigmático de la situación de las mujeres en el siglo XIX, una época que primó mucho más el género que las capacidades. "No ha habido momentos más agresivos de patriarcado que los siglos XIX y XX, en contra de lo que nos han querido vender, de manera interesada, por supuesto", censura.
En otras ocasiones, los motivos del ninguneo histórico a la mujer no son muy diferentes a los de hoy en día. A Pilar López de Ayala, marquesa de Montehermoso, le atacaron por su vida personal para echar por tierra la profesional a cuenta de su relación sentimental con José I Bonaparte. "Ahora, somos muchas las mujeres –y hombres también–, que investigamos en perspectiva de género para tratar de buscar una historia más igualitaria y justa que incluya a las mujeres, pero nuestro relato empieza en el siglo XIX, que es cuando comenzaron a construirse gran parte de los prejuicios y estereotipos hacia las mujeres que se mantienen actualmente, y que son contra los que estamos combatiendo; a las mujeres se les desprestigiaba entonces en base a las mismas normas que hoy", constata.
"De los hombres que tienen calles en Vitoria, de los que son reconocidos, nadie sabe absolutamente nada de su vida privada. En cambio, de la marquesa de Montehermoso lo conocemos todo, los detalles más escabrosos de su vida privada y, sin embargo, nadie sabe decir qué es lo que hizo esa mujer". Es la doble vara de medir.
caso juan carlos i Cierto que en el callejero de Vitoria también hay profesiones femeninas más reconocidas que otras. Así, Felicia Olave tiene una pequeña calle con su nombre por mecenas, María de Maeztu por destacar en los ámbitos de la educación y cultura y Teresa de Calcuta por su labor social, por ejemplo. "Son mujeres que hicieron algo bueno por la sociedad; en cambio si nos fijamos en los nombres de varones, básicamente están ahí por participar en política, sin pensar si su política fue buena o mala; por famosos, sin más, o sobre todo por militares, arzobispos, papas, gente importante, más allá de la labor que desempeñaran, mientras que las mujeres han tenido que ofrecer o dar un bien irrefutable para lograr ese reconocimiento". Otra discriminación. "Las mujeres tenemos que demostrar el triple para que nos den la mitad, y eso también se refleja en el callejero", asegura.
A la hora de nombrar espacios de la ciudad con nombres de personas es condición que hayan fallecido. ¿Por qué? "Para evitar situaciones como la de Juan Carlos I, es decir, dedicar una calle a una persona viva y que luego la líe muy parda y su nombre se ponga en entredicho". Tal es así que la avenida del rey emérito en Salburua ha pasado a llamarse 8 de Marzo.
nombres que se suman
Plaza María Sarmiento. (El Corte Inglés). Fue señora de Salinillas de Buradón; junto con su esposo construyó el hospital Nuestra Señora del Cabello, que ocupó el lugar en el que hoy se levanta el Memorial de las Víctimas. Actuó como jueza y mediadora en un conflicto que enfrentó en el siglo XVI al concejo de Vitoria con las aldeas de su entorno por el pago de un impuesto sobre la harina, el urundiru.
Plaza Juncal Ballestín. (Artium). Es una de las artistas vitorianas más reconocidas. Desde su estudio en Otazu creó infinidad de obras de arte que le dieron un gran reconocimiento internacional. Gran parte de su legado se custodia en el museo Artium.
Jardines María Pilar de Acedo y Sarriá, marquesa de Montehermoso. (Conservatorio). Ya en el siglo XIX rompió moldes para las mujeres de su época alcanzando grandes cotas de poder en un momento difícil para las mujeres. Defensora de las artes, poeta, música y pintora, influyó de manera decisiva en el curso de los acontecimientos durante la Guerra de la Independencia.
Plaza de las Naiperas. (Iradier Arena). Las naiperas hace referencia a las obreras de la fábrica de naipes Fournier que con su trabajo sacaron adelante a sus familias y llevaron el nombre de la ciudad por todo el mundo a través de las barajas.
Salón de actos Blanca de Silos. (Oficinas municipales de San Martín). Fue la actriz vitoriana más conocida del siglo XX. Desarrolló gran parte de su carrera profesional en el teatro, aunque también dio el salto a la gran pantalla.
Plaza María Concepción López de Arróyabe. (plaza del Carmen). Fue la primera mujer en estudiar en el instituto de enseñanzas medias donde hoy se alza el Parlamento Vasco y tuvo que pedir un permiso especial para estudiar. Logró varias matrículas de honor pero, a pesar de su brillante curriculum, no obtuvo reconocimiento social y fue excluida de organizaciones tan importantes como el Ateneo por ser mujer. Además, sufrió violencia de género.
Parque de Basilia Tarrios. (Aranbizkarra). Primera mujer fotógrafa en Vitoria.
Parque Teresa Sánchez de Bilbao. (Arana). Fue una noble vitoriana, miembro del linaje de la Casa del Cordón, asesinada brutalmente por su marido en 1480. Su nombre inaugura la trágica lista de mujeres muertas por causa de la violencia de género en Vitoria.
Parque Daría Imbet. (Lakua). Dibujante, pintora y primera profesora de estas artes en Vitoria.