Como todas las mañanas, Neil Stephens, australiano de nacimiento y oiartzuarra de adopción, se ha conectado este lunbes a la televisión pública de su país para ver las noticias. "El Giro de Italia de Jai Hindley no Iba incluido en la sección de deportes. Lo han puesto antes. Con esto te puedes hacer una idea de la repercusión que ha tenido. ¡Es solo nuestra segunda gran vuelta!". El Tour de Cadel Evans en 2011. Y el rosa del propio Hindley en 2022. No hay más.
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— Giro d'Italia (@giroditalia) May 29, 2022
Stephens conoce bien al nuevo integrante del club. Durante la temporada 2017, el actual director deportivo del Bahrain ejercía en el Mitchelton-Scott, cuyo filial integraba un joven Hindley. "Estuve con ellos en un par de carreras y coincidimos. Recuerdo que en aquel equipo corrían Jai y Lucas Hamilton, y que en Australia se especulaba con cuál de los dos iba a ser mejor. El seleccionador nacional sub-23 me decía que Hindley venía buenísimo. Parece que tenía razón".
Ya en el World Tour, defendiendo los colores del Sunweb en 2020, fue segundo en el Giro de Tao Geoghegan Hart. Pero el australiano venía avisando desde mucho antes. "Con nosotros fue tercero en el Girino que ganó Sivakov, llevándose una etapa. El chaval no ha aparecido de la nada", indica Stephens, destacando la capacidad deportiva de un corredor "muy sano, honesto, majo, trabajador y tranquilo". "Es escalador puro y no va tan bien contra el crono, pero me recuerda a Pello Bilbao. Siempre atiende a los medios, y sin embargo no va por ahí presumiendo ni haciendo declaraciones raras. Se centra en entrenar y en mejorar".
Durante el reciente Giro, en cualquier caso, Hindley pronunció ante los medios una frase que llamó la atención, en plena lucha por el rosa final. "He venido aquí a ganar, y no a ponerle calcetines a un ciempiés", sentencia que Stephens no eleva a la categoría de fanfarronada. "Qué va. Este tipo de dichos se utilizan mucho en Australia. De hecho, él empleó este de una forma bastante correcta, porque podría haber recurrido a otra más malsonante". ¿Un corredor de 26 años tirando de refranero popular? "Puede llamar la atención, pero así es. Jai es un chico de ciudad, de Perth, pero al mismo tiempo se trata de un tío muy normal y muy familiar que habla como un campesino. Algo así como un donostiarra que se expresa igual que un baserritarra de Tolosaldea".
Hindley no era el único ciclista prometedor en aquel filial del Mitchelton-Scott. También estaban el propio Lucas Hamilton, Michael Storer o Robert Stannard, y al año siguiente llegarían corredores como Kaden Groves o Callum Scotson, todos buenos profesionales en la actualidad. "Lo que pasa es que yo soy algo pesimista respecto al futuro a largo plazo", expresa Stephens centrándose en el porvenir del ciclismo en su país. "Ese equipo era una especie de selección nacional. Lo promovía la federación, pero las normas UCI obligaban a convertirlo en escuadra Continental. Con la crisis, el proyecto desapareció, y mucho me temo que dentro de unas temporadas acusaremos el vacío que existe ahora". El flamante ganador del Giro es fruto, así, "de un trabajo de base completado hace años" y que no ha tenido continuidad. Quizás la fiesta de Verona haga replantearse las cosas a los directivos australianos.