Es una de las joyas de la comarca de Pamplona. Desde sus 875 metros de altitud se intuyen los meandros del río Arga a su paso por la capital navarra y se vislumbran las siluetas de la Higa de Monreal, el Cabezón de Etxauri y la Sierra del Perdón. Desgraciadamente, para alcanzar la cima hay que ascender entre botellas, latas, plásticos o cigarrillos. Ayer, centenares de voluntarios recogieron los residuos que decoran el monte San Cristobal y sacaron brillo a este paraje natural.
"Hemos salido de Artica. Por ahora nos hemos encontrado una pelota de fútbol de plástico, muchas latas, botes, botellas de cristal rotas y algunas bolsas grandes de obra deshilachadas", enumeraba Charo Aranburu al inicio de la ascensión.
A su lado, Juan Rubia, aseguraba estar "encantado" de participar en el auzolan. "Es un placer colaborar para que este paraje natural tan valioso quede limpio. Soy muy montañero, desde pequeño he andado por Ezkaba, y pasear sin basura alrededor es una maravilla".
Sin embargo, añadía Juan, San Cristobal cada vez acoge más residuos: "Hay un claro deterioro. Hace cuatro años también estuvimos limpiando y no había tanta basura. Beatriz Suárez, que había salido desde Villava, también se topó con bastante suciedad: "Sobre todo al principio, donde la gasolinera y el restaurante Amatxi. Incluso en las mesas de madera había botellas de vidrio tiradas", se lamentaba.
Unos metros más arriba, casi en la mitad de la ascensión, Elena Garde y Carol Díaz recogían "plásticos muy viejos" con sus hijas. "Es un monte que está al lado de casa y nos gusta que esté limpio. La basura se suele concentrar en las explanadas, que es donde se junta la gente", defendía Elena.
Por otro lado, Carol comentó que también era un día para concienciar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar el medioambiente. "Estamos encontrando plásticos muy viejos y así se dan cuenta de que tardan mucho tiempo en degradarse", señalaba.
"Lo más importante es que los críos se conciencien y que vean que no hay que manchar. Es más limpio el que no mancha que el que recoge", reflexionaba Juan Miguel Muñoz, que había subido con sus hijos y amigos desde Berriosuso. "Nuestro camino no estaba muy sucio porque hemos subido por la cresta, pero dos bolsas de plásticos latas y clinex ya hemos llenado", subrayaba.
No a los coches
La inmensa mayoría de las personas que ayer participaron en el auzolan eran partidarias de prohibir el paso a los vehículos de motor. "Se debería cortar el acceso desde Artica de ocho de la tarde a las ocho de la mañana", opinaba Roberto Fernández. "Pondría unos pivotes para que los coches no puedan subir. Esta carretera es para los ciclistas", defendía Beatriz.
Además de la defensa de este paraje natural, otro de los argumentos esgrimidos fue que el coche fomenta la suciedad en el entorno. "Estamos en un espacio natural, en un lugar para el paseo y en senderismo. No es un sitio donde la gente pueda venir en coche porque además fomenta la suciedad", aseguraba Juan Miguel. "La gente que sube en coche tira muchas latas y botellas. Es lo más fácil", ahondaba Juan. La jornada finalizó en la cima del monte Ezkaba con un almuerzo: bocadillo de tortilla de patata, un plátano de Canarias, una manzana y agua.
A la espera del psis
En 2016, los municipios y concejos que comparten la titularidad de Ezkaba encomendaron a la MCP la tarea de coordinar la elaboración de un plan para ordenar el monte. El objetivo era preservar este espacio y coordinar las actividades que se realizan. Así, junto a organizaciones como SOS Ezkaba y Anaitasuna, y el Ministerio de Defensa, se formó el Comité de Seguimiento del futuro Parque Comarcal Ezkaba.
En la actualidad, la tramitación del PSIS del Parque Comarcal Ezkaba se encuentra en su fase final y el objetivo es aprobarlo este año. Una vez el Gobierno de Navarra dé el visto bueno se empezará a ordenar y coordinar las actividades que se realizan en Ezkaba y se garantizará su protección, cuidado y preservación.
A lo largo de estos años, mientras se impulsaba el PSIS, se han adoptado mejoras en el monte Ezkaba. Por ejemplo, la red de senderos de montaña y BTT, la señalización, la limitación de acceso a pistas, el mantenimiento de áreas y acciones con voluntariado.