Política

Casado convoca al PP con su liderazgo en duda e incapaz de atajar la crisis con Ayuso

Los partidarios de Ayuso, concentrados frente a Génova.

Pablo Casado ha perdido el apoyo de los medios de comunicación de la derecha y de buena parte del PP. El presidente de los populares ha fracasado en su intento de zanjar la crisis con Isabel Díaz Ayuso, y los liderazgos de ambos están achicharrados, aunque la presidenta madrileña mantiene una cohorte de opinadores que sale en su defensa. En ese contexto, Casado ha convocado para este lunes al Comité de Dirección de su partido, con el objetivo de buscar una solución que varias voces exigen que sea inmediata, incluso a través de un Congreso extraordinario que someta a votación otros liderazgos.

Tras la reunión que mantuvieron ambos el viernes, Casado optó por una rendición total ante Ayuso y tomó la decisión de cerrarle el expediente informativo sobre los cobros de su hermano por conseguir mascarillas de China. Pero no sació, por un lado, a la presidenta madrileña y sus partidarios, quienes lo acusan de haberse comportado como un inquisidor con una campaña de desprestigio contra Ayuso en medio de su guerra interna por el poder. Pero, por otro lado, este cierre en falso del expediente, donde quedan muchos cabos sueltos, ha proyectado la imagen de un líder débil que prefirió este arreglo para no ver peligrar su cargo, en lugar de arrojar luz sobre un caso que tan solo unas horas antes él decía que era como mínimo poco ético.

Veinticuatro horas después de haber anunciado la intención de cerrar ese expediente, Casado ni siquiera pudo evitar la manifestación que pidió este domingo su dimisión y la de su secretario general, Teodoro García Egea, con entre 3.000 y 5.000 personas en Génova. Eso sí, fue una manifestación de apoyo a Ayuso que prácticamente no tuvo seguimiento en otros puntos más allá de Madrid.

¿CONGRESO EXTRAORDINARIO SÍ O NO?

En respuesta a las voces que exigen un Congreso extraordinario, sin esperar al previsto para julio, el PP anunció que este lunes reunirá a su Comité de Dirección a las 11.00 horas en Génova. En realidad, la dirección se cita habitualmente cada lunes, pero de esta manera se traslada el mensaje de que esta crisis estará sobre la mesa. En cualquier caso, esta es una reunión del círculo más próximo a Casado, compuesto por sus fieles, y no, por ejemplo, por los presidentes autonómicos que le exigen soluciones inmediatas.

No se ha convocado, por ahora, una Junta Directiva Nacional, que se hubiera interpretado como un paso previo al Congreso extraordinario (se convoca si lo exigen dos tercios de la Junta). Pero también es cierto que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha insinuado que se celebre el Congreso, y hasta ahora Casado está siguiendo sus indicaciones. Otras opciones son una gestora provisional que dé margen para preparar con mayor tranquilidad el Congreso en unos meses, o un cónclave con los presidentes autonómicos.

Del Comité de Dirección forman parte, entre otros, el secretario general, Teodoro García Egea, los portavoces en las Cortes Generales (Cuca Gamarra y Javier Maroto), y los vicesecretarios, entre los que se encuentra la navarra Ana Beltrán, quien ya expresó su "plena confianza", por ejemplo, en García Egea, otro de los líderes en la cuerda floja.

Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado, en una foto de Efe

LAS MIRADAS SE GIRAN HACIA FEIJÓO

Esta convocatoria se produce con el liderazgo de Casado en cuestión, y Feijóo en funciones de portavoz oficioso del descontento del PP. Feijóo apuesta por tomar decisiones sin esperar a julio, y voces de los populares vuelven a girarse hacia él como candidato, como si aún estuvieran tratando de digerir el paso atrás que dio en 2018. La oposición a Feijóo dijo en aquel momento que no se postuló porque temía que salieran a la luz revelaciones sobre su pasado, como su fotografía con Marcial Dorado.

LA DIMISIÓN DE GARCÍA EGEA, INSUFICIENTE

A estas alturas, ni siquiera está claro que Casado pueda aplacar las peticiones de un Congreso cesando a su secretario general, Teodoro García Egea. El sábado circularon informaciones que apuntaban a que Egea había puesto su cargo a disposición de Casado para zanjar esta crisis. Casi al mismo tiempo, algunos artículos acusaban al secretario general de haber orquestado un espionaje con detectives contra Ayuso, algo que desmintió el PP.

Se ha producido una especie de cierre de filas de Casado con García Egea por los últimos acontecimientos, también porque ni siquiera parece que su salida vaya a ser suficiente, aunque hay quien no la descarta de plano y menciona también al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez.

¿MOCIÓN DE CENSURA EN EL AYUNTAMIENTO?

Al PP le urge alcanzar una solución cuanto antes, y comienzan a sobrevolar otros factores de preocupación como una eventual moción de censura en el Ayuntamiento de Madrid contra José Luis Martínez-Almeida. El alcalde del PP podría ser desalojado a través de una maniobra de la vicealcaldesa Begoña Villacís (C's) y el PSOE, con el respaldo de Más Madrid. Esta es una opción que Ciudadanos no contempla de momento, pero que no suena descabellada. Al mismo tiempo, el popular Alfonso Fernández Mañueco trata de formar gobierno en Castilla y León, y la hipótesis de una repetición electoral en medio de este panorama es algo que aterra al PP. Todo ello, mientras existe el convencimiento de que Vox se dispara.

LAS CLAVES DEL PROCESO

Pero algunos ámbitos sostienen que las decisiones pasan por Casado y sus fieles. Por ejemplo, para forzar un Congreso extraordinario en la Junta Nacional, se necesita el respaldo de dos tercios de ese órgano, y los cálculos que se están realizando de manera extraoficial apuntan a que el entorno de Casado se podría asegurar en estos momentos algo más de un tercio, de manera que tendría capacidad de veto. En caso de que prosperase la petición, el Congreso podría celebrarse en treinta días. También podría hacerse por acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional.

Como telón de fondo de esta crisis se sitúa el cobro del hermano de la presidenta madrileña. Ella misma reconoció que su hermano Tomás cobró 55.850 euros de la empresa Priviet Sportive, S.L., que a su vez había contratado con la Comunidad de Madrid para conseguir unas mascarillas en la etapa más dura de la pandemia. Ayuso negó que se tratara de una comisión por una labor de intermediario para conseguir ese contrato con la Administración pública, y justificó ese abono en que su hermano había realizado gestiones para conseguir esas mascarillas de China. Solo explicó, no obstante, una de las cuatro facturas de su hermano con Priviet.

En este contexto, el PP siguió ofreciendo una imagen de división total con miles de personas pidiendo la dimisión de Casado y Egea ante Génova, con carteles que convertían en su musa a Ayuso, y también a Cayetana Álvarez de Toledo. La exportavoz del PP en el Congreso, de hecho, ha exigido en las últimas horas un Congreso extraordinario y dar la voz a la militancia.

21/02/2022