Llevar una dieta baja en fibra, unido a sufrir estrés y cansancio, puede provocar que el vientre se inflame e hinche demasiado. Por eso, si se sufre este tipo de trastorno, resulta indispensable ser consciente de qué alimentos conviene eliminar o reducir de la ingesta diaria.
Legumbres
Todas, incluidas las lentejas, pueden producir inflamación del vientre. Además de ser ricas en proteínas, contienen azúcares y fibra que el cuerpo no es capaz de absorber completamente a través del intestino delgado. Esto produce gases que causan la inflamación. No obstante, antes de retirarlas de la dieta, los expertos aconsejan cocinarlas de modo que mejore su digestión. ¿Cómo? Muy sencillo: manteniéndolas en un remojo prolongado, rompiéndoles el hervor a mitad de cocción o tomándolas en puré.

Para mejorar la digestión, se recomienda poner previamente a remojo las legumbres.
Lácteos
Las personas intolerantes a la lactosa sufren inflamación del vientre después de tomar leche, ya que su organismo carece de las enzimas necesarias para procesar la lactosa. Despedirse de los productos que la contengan es la mejor elección para ellas.
Cereales
Y en especial integrales (avena y su salvado, por ejemplo), arroz y pan de harina integral... Es cierto que se recomiendan para evitar el estreñimiento, por su contenido en fibra, pero si se es propenso a los gases, es mejor que no abusar
Manzanas
Su alto contenido en fibra, fructosa y sorbitol puede provocar gases. Sin embargo, su aporte nutritivo es tan alto que no se recomienda dejar de comerlas, simplemente deben consumirse fuera de las comidas principales.

Las manzanas, mejor fuera de las comidas principales.
Coles
La coliflor, el brócoli, las alcachofas y las coles de Bruselas, entre otras, son muy flatulentas, por lo que aquellos propensos a tener gases no las toleran bien.
Otros consejos
Cuidado con los edulcorantes. El sorbitol, el xilitol y el manitol, presentes en muchos caramelos y chicles sin azúcar, provocan gases.
Adiós a las bebidas con gas. Descarta las gaseosas, cervezas y refrescos con gas y sustitúyelos por otras bebidas no carbonizadas. Que no sean zumos azucarados, que también favorecen las flatulencias.
Reduce la sal. Las comidas altas en sodio hacen que el cuerpo retenga líquidos y sientas una sensación similar a la de tener un balón dentro de la tripa.