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Arabako Pentsionistak festeja hoy en la Plaza Nueva la larga movilización por unas pensiones justas

Al movimiento pensionista todavía le queda cuerda para seguir alzando la voz
Juan Antonio Armentia y Pepe Mouliaa narran los antecedentes y orígenes de las movilizaciones de pensionistas que han desembocado en concentraciones los lunes en la Plaza Nueva de Vitoria y manifestaciones por las calles cada dos o tres meses. | FO

Juan Antonio Armentia y Pepe Mouliaa echan la vista atrás para recordar el origen, los precedentes, que han dado lugar al actual movimiento de pensionistas organizado, movilizado, fortalecido y reivindicativo al que todavía le queda cuerda para seguir luchando por unas pensiones dignas para los jubilados.

Cinco años de concentraciones todos los lunes en la Plaza Nueva de Gasteiz dan para muchas vivencias; por eso, hoy lo festejan con una acción reivindicativa, pero también lúdica. Habrá música de txistu y txoripan. “No haremos el recorrido habitual por las calles de alrededor, nos quedaremos en la plaza y, así, quien quiera puede tomar el micrófono y narrar su experiencia, cómo está de ánimo, etc”, explican dos de los portavoces de Arabako Pentsionistak.

Contar la experiencia

También han programado charlas en Aldabe, contarán su experiencia en los centros cívicos y ultiman una exposición con los carteles reivindicativos que izan en sus protestas y que tanto han calado con lemas, como Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden. Hasta han editado una revista y una canción conmemorativa a nivel de Euskadi. Es su forma de festejar lo logrado hasta ahora, de felicitarse y animarse a seguir adelante en su lucha por un buen sistema público de pensiones.

Pepe Mouliaa y Juan Antonio Armentia conversan. Pilar Barco

Juan Antonio Armentia y Pepe Mouliaa llevan muchas horas de calle en sus mochilas. “Ya lo hacemos cada año, recordar el tiempo que llevamos en las concentraciones de los lunes, de alguna manera nos sirve para coger fuerzas”, reconoce Mouliaa.

Cinco años son muchos. A ellos se suman las movilizaciones precedentes que dieron lugar a estas concentraciones de los lunes. “Por esperar, esperemos que este año sea el último, aunque... Evidentemente, nuestro ánimo no es estar en la calle todos los lunes, no lo hacemos porque estamos aburridos, pero hay una serie de cuestiones que todavía no se han solventado, y en eso estamos”, invita Mouliaa.

Por esperar, esperemos que este año sea el último..."

Pepe Mouliaa - Arabako Pentsionistak

Explica que gracias a las movilizaciones algo se ha conseguido. Por ejemplo, el subsidio de desempleo a partir de los 52 y no de los 55. Con todo, “conseguir, conseguir..., digamos que estamos en el camino”, precisa. “No pretendemos apropiarnos de todos los logros, pero sí es cierto que gracias a nuestra movilización se ha mantenido en las calles y en la mente de la población el mensaje de que había una injusticia con los pensionistas que había que corregir”, considera.

Sin embargo, un eco así no se obtiene de un día para otro. “No aparemos en la plaza de repente un 15 de enero de 2018 así porque sí”, subraya Armentia. Las reivindicaciones se remontan a 2012. Después, con el tiempo, el movimiento se organiza y mantiene vivo y visible todas las semanas.

Desgrana Armentia que todo comenzó a raíz de la modificación que hizo el PP del texto refundido de la Ley de la Seguridad Social, que venía a decir que las pensiones se establecerían en función de la previsión del IPC. “Aquello indignó tanto, que dio lugar a reclamaciones conjuntas, a la devolución de las cartas enviadas a los jubilados por la entonces ministra Fátima Báñez y a las primeras protestas en las calles”, rememoran ambos.

Multitudinaria manifestación en la Virgen Blanca

“Todavía me acuerdo de la larga cadena humana que se montó desde la Subdelegación de Olaguíbel hasta la sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), con lo que jarreaba aquel día..., acabamos tirando todos los papeles al contenedor”, relata Armentia. Igualmente le viene a la mente una multitudinaria manifestación en la Virgen Blanca que hasta sorprendió a la Er-tzaintza. “No esperábamos que ibais a tener tanto éxito”, les llegaron a decir los propios agentes. “Hablamos del periodo 2014-2017; ésas por citar dos, pero hubo más”, subraya Armentia.

Todavía me acuerdo de la larga cadena humana que se montó desde la Subdelegación de Olaguíbel hasta la sede del INSS, con lo que jarreaba aquel día..."

Juan Antonio Armentia - Arabako Pentsionistak

Y de buenas a primeras, un lunes de hace cinco años, no se sabe muy bien quién, aunque Armentia lo sospecha, alguien convoca a los pensionistas a concentrarse a las doce del mediodía en la Plaza España. “Llegamos allí y estuvimos mirándonos unos a otros sin que nadie se atreviera a tomar la palabra; al lunes siguiente ocurrió lo mismo, y ya entonces nos pusimos de acuerdo para comenzar a movilizarnos de forma más organizada”, relata. Así llegó la primera concentración en Correos. “Los dos primeros lunes, lo único que hicimos es pasearnos por las calles”, ironiza Armentia.

Y de ahí a la manifestación más multitudinaria, la de 2018, que congregó a 25.000 personas en la Virgen Blanca, una respuesta mayoritaria que, sin duda, fortaleció el movimiento alavés en pro de unas pensiones dignas porque “mira que es difícil reunir a 25.000 personas en Vitoria, pero la gente sentía esa necesidad, fue la gran manifestación, la plaza estaba llena; después, hemos ido perdiendo gente porque cuando una movilización se enquista, se alarga mucho en el tiempo, se pierde motivación, y también porque la actualidad no cesa y van ocurriendo muchas cosas en la sociedad”, opinan.

Jóvenes y mayores

A menudo, en las manifestaciones que parten del museo Artium, los mayores se quejan de los pocos jóvenes secundan las marchas, como en las concentraciones de los lunes. ¿Es porque ven muy lejos la jubilación o porque piensan que ellos no van a cobrar pensión? “Primero es porque los lunes a las doce del mediodía la gente está trabajando, por lo menos los que afortunadamente tienen trabajo”, bromea Armentia.

“Lo que sucede es que hay muchos poderes fácticos empeñados en convencer de que el sistema público de pensiones no es sostenible, empeñados en promocionar planes privados de pensiones y EPSV. Curiosamente y no sé por qué, ese mantra, ese mensaje cala en gran parte de la sociedad y no sólo entre jóvenes de 18 y 20 años sino también entre adultos de 45”, lamenta Mouliaa. Sin embargo, “si algo hemos logrado demostrar a lo largo de estos cinco años es que el sistema público de pensiones es viable, sostenible y no va a quebrar”, se congratula.

Cambio generacional

“La nuestra es una generación que siempre ha creído en el sistema público de pensiones y que siempre ha luchado por él”, cree. Pero hay un cambio generacional. “Las nuevas generaciones se muestran igual de reivindicativas o más, pero en otras cuestiones, como en la lucha contra el cambio climático, el no a la guerra, en favor de la inmigración o contra la violencia machista; acuden más a esas manifestaciones que a otras de tipo laboral”, piensa Armentia.

Un mundo laboral que, por otra parte, también ha cambiado mucho. “Ahora hay mucha empresa pequeña y eso dificulta la cohesión laboral y sindical, al igual que el tele trabajo,hay pocas Forjas Alavesas, Mercedes o Michelin”, argumenta. Ocurre algo parecido si se analiza el perfil de los trabajadores. “Antes estaba el gerente, el alto mando; el administrativo de bata blanca o chaquetilla azul y el del buzo que estaba en el taller, y ahora no”, compara Armentia.

Causas y luchas

“Tanto a nosotros como a nuestros padres nos tocó construir una sociedad donde no había derechos y eso exigía mucha concienciación y grandes movilizaciones en las calles; nuestros hijos han llegado a otra sociedad, pero eso no significa que la juventud esté desmovilizada sino que se moja por otro tipo de causas y luchas; sin embargo, en el fondo, la inquietud sigue existiendo”, defienden Mouliaa y Armentia.

Hoy, otro lunes más, los pensionistas volverán a la Plaza Nueva para reivindicar, no sólo su decálogo de peticiones, sino también una auditoría de las cuentas. “El problema no es que el sistema sea insostenible sino que de la hucha de las pensiones se han ido pagando otras muchas cosas. Por eso, hay que aumentar las cotizaciones, ése debe ser el camino a seguir; cuando ha habido exceso de ingresos ya se han bajado y no ha pasado nada”, recuerda Mouliaa.

Pensiones

Reivindicaciones

Pensión mínima de 1.080 euros, paguilla, cien por cien de la pensión de viudedad, anular las tres últimas reformas de las pensiones, las de 2011, 2013 y 2021, revalorizar las pensiones con el IPC real..., etc.

17/01/2023