Que el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) se enfrentaba a un importante reto era algo bien sabido cuando el 1 de enero de 2022 comenzó a gestionar el ciclo integral del agua en 16 localidades de Busturialdea. Entre otras necesidades urgentes a paliar, la comarca tenía un histórico déficit de abastecimiento de agua, que según lo establecido en el Plan de Acción territorial de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (PAT) es de 100 litros por segundo, además de un saneamiento todavía por concluir. En el primero de los casos, sus técnicos esperan que la conexión al sistema Zadorra la “solución más garantista” para compensar la situación– pueda comenzar a funcionar “en unos cinco años”, mientras el interrogante de la depuración se va despejando: la mayoría de localidades están conectadas con la depuradora de Lamiaran –entre Bermeo y Mundaka– y ya solo restan por culminar algunos ramales del colector general a Muxika y Ajangiz.
El presidente del CABB, Kepa Odriozola, volvió a asegurar que “en ningún caso, se van a dejar de utilizar los ríos, acuíferos y manantiales de la zona”, pero eso sí, se hará “con todas las garantías de respetar sus niveles en los márgenes que la URA indique preservando así la biodiversidad y el ecosistema por el que es reconocida la comarca”. Y es que no resultaba extraño que el Consorcio de Aguas de Busturialdea –que dió paso al CABB–, fuera objeto de multas en el pasado por no respetar los caudales mínimos ecológicos, como era el caso de las captaciones en el río Mape. El propio director general de la agencia vasca del agua, Antonio Aiz, señaló que “escasamente en un año”, el CABB “ha logrado reducir en un 40% las fugas en la red y se han optimizado las canalizaciones del agua”, que era dos de los principales problemas del sistema comarcal.
Aún y siendo demasiado pronto para asegurarlo –la climatología de los próximos meses lo hará–, Odriozola no descartó que el próximo verano haya que echar mano nuevamente del barco para abastecer varias localidades de Busturialdea. “Es muy probable que se repita el mismo escenario, pero a día de hoy tampoco podemos asegurarlo”, afirmó. “¿Es posible? Sí, muy probable. Pero no podemos afirmarlo categóricamente”, según incidió.
Ante la sed que la comarca pueda parecer, especialmente en épocas veraniegas, cuando la población de Busturialdea se dispara, el CABB tiene una solución óptima para solventar “la situación de déficit estructural del recurso hídrico”. Este no es otro que la conexión a la red del Zadorra con una tubería de 15 kilómetros entre Mungia y Bermeo, salvando Sollube. “Estamos redactando el estudio de las alternativas”, según adelantaron. Pero no será “hasta dentro de cinco años” cuando el proyecto sea concluido.