Jantziaren Zentroa ha cumplido este año cinco años de vida en el edificio Kapitain-etxea del casco antiguo de Errenteria. Iraultza Dantza Taldea comenzó hace 30 años a coleccionar piezas antiguas. Finalmente, en 2017 pudieron contar con las salas de exposiciones del emblemático edificio.
“Vimos que lo que era el vestuario euskaldun estaba muy estropeado y empezamos a coleccionar prendas originales con la idea de montar un museo algún día”, recuerda Ramón García, alma mater del proyecto y sastre de profesión.
Y añade: “El problema que encontrábamos era que la indumentaria euskaldun eran trajes populares y estaban muy estropeados. Había escasez, por lo que empezamos a recuperar piezas de un alto nivel social y de todo el mundo”.
Así las cosas, actualmente, Iraultza Dantza Taldea tiene alrededor de 1.000 piezas antiguas que datan desde el siglo XVIII hasta mediados del XX. A ellas hay que sumar otros 1.000 trajes completos de reproducciones.
El pasado 18 de junio se inauguró la nueva exposición permanente que se podrá ver a lo largo de todo un año. Con motivo de la efeméride, la muestra es una retrospectiva del trabajo que se ha hecho en este lustro.
Así, desde 2017 se han realizado cinco exposiciones permanentes en Kapitain-etxea, una por cada año. En ellas se han podido ver un total de 163 trajes, de los cuales 33 han sido seleccionados para la nueva exposición permanente en la primera y segunda planta del edificio.
En la planta baja se organizan diferentes muestras cada dos o tres meses. Además, se suele usar para exponer las creaciones de nuevos diseñadores de los programas Habian! y Kutxa Kultur. Durante este verano, la exposición elegida es la moda del siglo XVIII de Versalles, de la época de María Antonieta.
Durante estos cinco años, han visitado la exposición permanente 2.700 personas y han participado en las 140 visitas guiadas 2.100 personas. La planta baja aún ha recibido más visitas, ya que su entrada es gratuita, aunque estas no están contabilizadas. “La gente ha recibido el centro muy bien y ha tenido una gran aceptación. Empezamos con un poco de miedo, porque nunca habíamos gestionado un museo. Para ello visitamos museos sobre vestuario en Londres y París”.
Iraultza espera que este verano sea muy bueno, después de dos años de pandemia. Indicio de ello es el número de visitas que han recibido en lo que va de año. “Además, la moda del siglo XVIII atrae a mucha gente, por lo que esperamos muchas visitas”, puntualiza García.
Hasta hace poco todas las piezas de Iraultza se guardaban en el local del grupo ubicado en el barrio Beraun. Hoy en día, allí solo se conservan las reproducciones, ya que gracias a un convenio con la Diputación Foral, las originales se almacenan en Gordailua, donde se preservan en las mejores condiciones.
Por tanto, el balance de estos cinco años ha sido muy positivo. Entre los deseos del grupo para el futuro están poder ampliar el espacio del museo y contar con una sala polivalente para organizar talleres.