Si queremos llevar una vida saludable debemos tener en cuenta cuatro aspectos: hacer ejercicio, controlar el peso, no tomar sustancias tóxicas y mantener una dieta sana. Todo ello nos ayudará a mantener a raya el colesterol que tantos quebraderos de cabeza da llegando a una cierta edad.
El colesterol es una sustancia parecida a la grasa que está en todas las células de nuestro cuerpo y que es necesaria para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayuden a nuestro organismo a digerir los alimentos.
Hay que distinguir entre un colesterol malo (LDL) y un colesterol bueno (HDL). Producto de una mala alimentación y de un estilo de vida sedentario, el colesterol malo se presenta como un serio peligro para la salud.
Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol, el sobrante se va acumulando en las paredes de las arterias y provoca arterioesclerosis, un estrechamiento o incluso el bloqueo de las arterias coronarias.
Por su parte, el colesterol bueno recoge el exceso de colesterol malo presente en la sangre y lo transporta al hígado para que sea eliminado; por eso se le denomina bueno.
El exceso de colesterol malo provoca serios problemas de salud como cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Hasta un 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Entre los alimentos que debemos evitar para controlar los niveles de colesterol malo están las grasas saturadas (mantequilla, aceite de palma y de coco, queso, carne roja...) y las grasas trans (comida procesada, frituras, bollería...). Estas segundas son incluso más perjudiciales que las primeras, ya que además de aumentar el colesterol malo, reducen el bueno.
Bebidas para consumir con moderación
Además de la comida, hay que tener en cuenta que también hay bebidas que debemos evitar a toda costa si queremos controlar nuestros niveles de colesterol.
1- Café. Más de cinco tazas de café al día, ya sea espresso o sin filtrar, aumenta tus niveles de colesterol hasta en un 8% debido a su gran contenido de cafestol, sustancia que impacta negativamente el metabolismo de los lípidos y que está también presente en los cafés descafeinados.
2- Refrescos. Por su alto contenido en azúcares, el consumo de estas bebidas aumenta el colesterol y los triglicéridos en sangre e incrementa las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes y obesidad. Los bebedores habituales de este tipo de bebidas tienen un 98% menos de posibilidades de tener colesterol bueno y un 53% de tener más altos los triglicéridos.
3- Bebidas alcohólicas. Consumir bebidas alcohólicas en exceso y de forma regular puede aumentar el nivel del colesterol y de los triglicéridos en sangre. Además, eleva tu presión arterial y se tiene más riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca, sobrepeso y diabetes.
4- Leche entera. La creencia popular es que esta bebida es un alimento nutritivo pero contiene grasas saturadas que elevan los niveles de colesterol malo o también llamado (LDL). Además, tiende a elevar los niveles de glucosa en sangre un poco menos rápido que la leche desnatada, pero hay que tener en cuenta las calorías adicionales.
5- Batidos. Los batidos también cuentan con un alto contenido en grasas saturadas, que pueden aumentar la cantidad de colesterol malo en la sangre y disminuir el colesterol bueno. Los batidos azucarados de frutas junto con los fritos como patatas fritas, maíz, y otros aperitivos, son los alimentos que contienen grasas trans en mayor cantidad.