El color tiene la capacidad de influir en nuestro estado de ánimo y esto se puede trasladar sin duda a la decoración del hogar. En la actualidad, la paleta de colores es tan amplia y atractiva que cualquier tono está a nuestro alcance, pero es importante saber elegir el más adecuado para cada estancia.
En el caso del dormitorio, el color puede resultar clave a la hora de obtener un sueño de calidad y un buen descanso. Los tonos que nos rodean y que son lo último que vemos antes de cerrar los ojos por la noche pueden afectar a lo que ocurrirá en nuestro cerebro y en nuestro cuerpo durante las horas siguientes.
La decoración y la disposición del espacio y de los objetos que nos rodean también va a ser muy importante. Para conseguir un sueño óptimo, la habitación debe estar ordenada y limpia puesto que el desorden produce estrés y sin duda alguna dificultará el sueño.
Al ser el dormitorio una estancia destinada a la relajación, los tonos azules, verdes, grises, rosas y blancos son los más recomendables por la calma y la serenidad que transmiten. Su intensidad o sutileza dependerá de cuál sea el ambiente que queramos crear.
A continuación te mostramos el significado de estos colores y las propiedades que los hacen ideales para decorar el dormitorio.
Rosa, un clásico para un ambiente suave
El rosa es un color relajante, ideal para habitaciones infantiles, que nos ayuda a dormir, combate la ansiedad, la inquietud y el pesimismo. Su tonalidad rosa palo, combinada con blancos o grises, crea en la estancia un ambiente muy suave y transmite dulzura y tranquilidad. Completar la decoración del dormitorio con muebles y textiles de estilo rústico o natural, como es el caso de los muebles de madera o de elementos confeccionados en fibras naturales como el mimbre, dará a tu estancia un toque muy personal.
Verde, vitalidad y frescura
El verde es el color de la naturaleza y de la vegetación, proporciona una gran sensación de frescura y favorece el descanso. Representa la vitalidad, la esperanza y la vida. Los tonos verdes resultan muy placenteros para cuerpo y mente y tienen el poder de relajar la vista de quien los contempla. Los menos brillantes favorecen la quietud y la calma y ayudan a descansar mejor. Según la corriente del feng shui, que busca un orden armónico del espacio, el verde es un color que favorece el crecimiento de nuevos proyectos.
Blanco, limpieza e higiene
El blanco es el color más claro de todo el espectro y simboliza la limpieza y la higiene. Representa paz, esperanza, serenidad y consuelo. Aporta luminosidad y hace más grandes los espacios, lo que lo hace perfecto para el dormitorio. Es especialmente aconsejable en dormitorios pequeños o interiores. Ayuda a desconectar y a crear un ambiente tranquilo y muy propicio para el descanso. Para que no resulte demasiado frío o monótono es aconsejable combinarlo en la estancia con tonos cálidos.
Azul, calma y serenidad
El color azul lo asociamos irremediablemente con la tonalidad del cielo o del mar y ambas escenas nos transmiten una sensación de calma y de serenidad. De esta forma, emplear el color azul en tu dormitorio puede hacerte sentir seguro, relajado y tranquilo. Además, está asociado también a sentimientos de confianza y estabilidad.
Gris, elegancia y modernidad
El gris es un color neutro que se asocia con la tranquilidad y la ensoñación y crea un ambiente relajado con un toque elegante y moderno. Una buena elección en cualquiera de sus tonos, desde el gris claro al gris oscuro pasando por el gris medio, queda increíble combinado con blanco.
Si estás decorando tu casa o te estás planteando una reforma, ten en cuenta la importancia del color. Elige para los dormitorios tonos suaves que inviten al descanso y que se adapten perfectamente al estilo decorativo que deseas para tu hogar.