La campaña encara desde este lunes su última semana con cinco días por delante en los que ya no valen medias tintas y los partidos van a tener que poner toda la carne en asador. Más cuando en Euskadi está todavía en juego un buen porcentaje de sufragios que algunos sondeos estiman en alrededor de un 20%. Es decir, uno de cada cinco vascos no tendría decidido todavía su voto.
En esa línea apunta la última entrega del EITB Focus, que cifra en un 18,5% el porcentaje de indecisos en la CAV. Por tanto, las formaciones vascas van a tener que afanarse en esta recta final de la campaña electoral para intentar atraerse a quienes todavía dudan, que pueden además marcar la diferencia en esta contienda en muchas instituciones municipales.
Más allá de convencer a los indecisos, el otro gran reto es el de la movilización para evitar que el fantasma europeo de una creciente abstención sacuda también Euskadi. A favor de la participación juega el interés que estos comicios acostumbran a suscitar en la ciudadanía al tratarse de las instituciones más cercanas las que están en juego, presentes en el día a día de la gente.
El PNV ya se marcó desde hace tiempo la movilización como objetivo principal de cara a estas elecciones y a esa participación ciudadana volvió a apelar hoy el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, para hacerse con la victoria en Eibar, plaza que los jeltzales disputan a los socialistas, que han alcanzado en los últimos cuatro mandatos varios acuerdos de legislatura con EH Bildu en el Consistorio.
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Andoni Ortuzar - Presidente del EBB
Asimismo, Ortuzar advirtió de la posibilidad de que el PSE y Bildu quieran extender sus pactos en Eibar e Irun a otros municipios de Gipuzkoa: "Los experimentos, con gaseosa, nunca con el bienestar de la gente".
Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, salió al paso de las críticas de brocha gorda al PNV de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que pasó por Bilbao el pasado sábado. Urkullu se mostró "sorprendido" con las afirmaciones de Ayuso, a la que reclamó que deje de lanzar "mensajes tóxicos" en Euskadi, y le recordó que la CAV es una comunidad "puntera" en el Estado, y con mejores datos en desempleo e inversión en políticas sociales que Madrid.
Por su parte, EH Bildu se dirigió también a los indecisos, en este caso, para "desplazar" al PNV de los gobiernos municipales y forales. En un acto en Gasteiz, su líder, Arnaldo Otegi, hizo una "apelación al voto eficaz" a su coalición, aunque los electores no estén "de acuerdo al 100%" con el programa y los postulados de esta sigla. "No se trata de un voto útil, sino que se trata de un voto eficaz", lanzó.
Cara a cara en el Estado
Mientras tanto, en el Estado las cosas siguen su curso habitual, con la campaña convertida en un cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, que parecen confundir esta campaña municipal y autonómica con unas elecciones generales -que llegarán en aproximadamente medio año-.
De esta forma, socialistas y populares se han embarcado en una campaña de constantes reproches cruzados, con ETA de por medio, en la que no aportan apenas proposiciones constructivas o nuevas medidas para las instituciones que están en juego el próximo domingo.
En medio de este ruido, tratan de hacerse oír tanto Podemos y sus confluencias en la izquierda como Vox en el espectro más ultra. Está por ver si lo lograrán o si quedarán eclipsados por los dos grandes partidos españoles.