Al menos cinco turistas han muerto en Laos tras consumir alcohol adulterado con metanol, un caso que podría acarrear un mayor número de víctimas mortales, según han informado las autoridades del país asiático.
El Ministerio de Exteriores británico ha confirmado la muerte de Simone White, una británica de 28 años que estaba siendo tratada en un hospital tras resultar intoxicada con metanol. La joven había bebido chupitos gratis en un bar de Vang Vieng, un destino turístico popular entre mochileros, según informaciones de la cadena Sky News.
"Estamos dando apoyo a la familia de una mujer británica que murió en Laos y estamos en contacto con las autoridades locales", ha indicado el Ministerio en un comunicado en el que ha indicado que ya se está ofreciendo asistencia consular a otros ciudadanos británicos hospitalizados por el mismo motivo.
Previamente, las autoridades australianas han informado de la muerte de una adolescente ciudadana de 19 años identificada como Bianca Jones, que se sumaba a otras tres víctimas mortales registradas a lo largo de esta semana.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha trasladado sus condolencias a las víctimas y familiares: "nuestros pensamientos están ahora mismo con ellos, que sufren está pérdida cruel". "Esta es la peor pesadilla de cualquier padre, una que nadie debería tener que asumir", ha aseverado, tal y como recoge la cadena de televisión ABC.
Horas antes, el Departamento de Estado estadounidense confirmaba el fallecimiento de otro turista en la localidad de Vang Vieng. Asimismo, otras dos mujeres danesas de 19 y 20 años murieron por el consumo de esta misma bebida, tal y como han señalado las autoridades del país, que han mantenido sus identidades bajo anonimato.
Investigación policial
Todas estas muertes están siendo ya investigadas por la Policía de Laos, si bien los testimonios recabados hasta la fecha apuntan a que las bebidas contenían metanol, que es tóxico y puede ser mortal en caso de ser ingerido.
Por el momento, se desconoce la cifra exacta de afectados, pero el Ministerio de Exteriores de Nueva Zelanda ha indicado que uno de sus ciudadanos estaría recibiendo también tratamiento médico tras sufrir una intoxicación.