Los primeros documentos que recogen la presencia del pueblo gitano en Euskal Herria datan del siglo XV. Sin embargo, pese a que el arraigo de este colectivo se remonta a hace siglos, Euskadi sigue teniendo pendiente un verdadero entendimiento entre ambas comunidades. Lo mismo sucede en otros enclaves europeos, donde el colectivo gitano denuncia estar apartado de los centros donde se adoptan decisiones políticas y sociales.
Coincidiendo con la celebración este sábado del Día del Pueblo Gitano en Euskadi, desde las instituciones se ha abogado por dar un paso más hacia el fin de la discriminación contra una comunidad que ha “realizado una innumerable cantidad de aportes sociales, culturales y lingüísticos a nuestro territorio”.
Las numerosas aportaciones del pueblo gitano a la sociedad vasca se han reivindicado a través de una declaración institucional, en la que se llama a acabar con el ‘antigitanismo’. Según aprecian los promotores de este documento, entre los que se encuentran asociaciones y organizaciones gitanas y progitanas, así como Gobierno vasco, Diputaciones Forales y Eudel, los discursos de odio y los estereotipos hacia el pueblo gitano siguen tan arraigados como lo es su presencia en Euskadi.
Mención aparte merece la realidad que sufren las mujeres gitanas, ya que detrás de este binomio subyace una doble discriminación, por el hecho ser mujer y pertenecer a este colectivo. Es el llamado 'antigitanismo de género', según explicitan en dicho documento.
Estrategia Vasca
Hace dos años, la CAV decidió dar los primeros pasos para combatir la discriminación y estigmatización de esta comunidad con el impulso de la ‘Estrategia Vasca con el Pueblo Gitano 2022-26’.
En el multitudinario acto celebrado este sábado en el Palacio Europa de Vitoria- Gasteiz, la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico ha suscrito la importancia de “incluir a todas las identidades que conforman la sociedad vasca actual”.
Nerea Melgosa ha precisado que acabar con la marginación y el estigma pasa por cambios estructurales, que hacen que este plan haya sido concebido para un periodo de cuatro años. Más aún, cuando se trata de una discriminación histórica y estructural.
Consejo Vasco del Pueblo Gitano
Euskadi aspira a ser “una comunidad política y social avanzada, democrática, plural e inclusiva”, ha proclamado la consejera, en sintonía con lo marcado en la Declaración Institucional Vasca de reconocimiento y convivencia con el Pueblo Gitano. Desde el Pleno del Consejo Vasco del Pueblo Gitano se aboga por la convivencia y el entendimiento de ambas culturas, así como de sus “elementos históricos”.
Una riqueza cultural y lingüística que ha quedado recogida en el texto, traducido al romaní y el euskera. Por pequeño que pudiera parecer este detalle, poner en valor y visibilizar las aportaciones que realizan las personas gitanas es otra de las tareas pendientes que han resonado en este 16N, Día del Pueblo Gitano en Euskadi.
Según ha quedado patente en el acto de este sábado, el fin de los discursos de odio y de la estigmatización a la que se ven sometidos gitanos y gitanas guarda una relación directa con la difusión de su cultura, la promoción de sus logros y contribuciones, la celebración de sus fiestas y la participación del pueblo gitano en aquellos foros y espacios de decisión.