Clara Azurmendi: "Celebré por todo lo alto el poder ir a los JJOO; fue un sueño hecho realidad"

El año para Clara Azurmendi comenzó sin tener la cabeza en los Juegos de Tokio... Pero, lo que son las cosas, la lesión de su compañera y amiga Carolina Marín le abrió la puerta olímpica de par en par

Donostia – Clara Azurmendi, única representante estatal en la modalidad de bádminton en los Juegos Olímpicos de Tokio, asegura que lo "dará todo", pero "sin presión, partido a partido". La donostiarra acudirá a sus primeros Juegos Olímpicos a sus 23 años. Un "sueño hecho realidad" para la actual campeona de España, que, tras brillar en el Abierto de Austria –que se adjudicó–, logró su billete para Japón gracias a su posición en el ranking internacional (la número 43) tras la lesión de la vigente campeona olímpica, Carolina Marín. Con la felicidad de una niña al recibir su primer regalo, Azurmendi explica cómo afronta la prueba más importante de su carrera, en la que se medirá a las mejores jugadoras del planeta.

¿Qué fue lo primero que hizo al recibir la noticia de que iba a participar en los Juegos de Tokio?

–Tuve la suerte de que me pilló en Donostia y la pude disfrutar con mi familia y mis amigos. Justo en el momento que se hizo oficial recuerdo que estaba en el coche con mi entrenador y una compañera, y lo celebramos por todo lo alto. Fue un sueño hecho realidad.

¿Se lo esperaba?

–En el momento en el que Carolina Marín (que era quien iba a representar en los Juegos Olímpicos a la selección estatal de bádminton) se lesionó comenzamos a mirar el ranking internacional y éramos conscientes de que la posibilidad de entrar estaba ahí. Las últimas semanas antes de que el anuncio se hiciera oficial teníamos casi seguro que podía participar en los Juegos Olímpicos, pero el momento en el que te lo comunican es especial aunque te lo esperes... Te recorre una cosilla por dentro indescriptible.

Su amiga Carolina Marín se lesiona y, gracias a la plaza que ella libera, puede ir a Japón a través del ranking. ¿Cómo vivió ese contraste de emociones?

–Fue duro. Carolina es compañera y amiga y asimilar la noticia de que no vas a unos Juegos Olímpicos a un mes de que se celebren es un palo enorme. Para mí, afrontar esta situación con esa doble carga no ha sido fácil. Pero, al final, es algo a lo que nos arriesgamos los deportistas de elite; ponemos nuestro cuerpo al límite para llegar al 100%. Le ha pasado a ella como me podría haber pasado a mí o a cualquier otro compañero o compañera. Es una pena. No obstante, yo ya me fijo en mí. Además, si yo no estuviera ahí, no habría representación española en estos Juegos. Voy a disfrutar al máximo y a aprovechar la oportunidad que se me da.

¿Cuál es el objetivo en su estreno como olímpica?

–El principal objetivo es disfrutar de la experiencia y del torneo. Hemos hecho una preparación muy intensa en este último mes, hemos subido las cargas de trabajo. Ha sido duro, pero al final la meta es más grande y hasta he llegado a disfrutar de esos entrenamientos en los que acababa sin poder casi ni respirar. Voy a dar lo mejor de mí en estos Juegos. Creo que llego en un buen estado de forma; iré partido a partido, sin ningún tipo de presión y saldré a ganar el mayor número de partidos posibles.

Ante los repuntes de casos positivos por coronavirus en Tokio, ¿temió que se pudieran cancelar los Juegos Olímpicos?

–Me he intentado mantener al margen porque es una decisión que en ningún momento dependió de mí. Si te digo la verdad, hace un año no confiaba en que se celebrasen, por tanto lo importante es que se han conseguido llevar adelante con todas las medidas de seguridad sanitaria pertinentes.

¿Qué perspectiva de futuro le ve al bádminton español más allá de Carolina Marín?

–Carolina nos ha abierto los ojos a muchos jóvenes, nos ha hecho ver que es posible y a la gente que venimos de abajo nos ha potenciado la ambición. Vienen chicos y chicas pisando fuerte, el nivel de competitividad ha crecido enormemente y eso nos hace mejores a todos.