El último debate electoral que se celebrará en la noche de este miércoles en RTVE será finalmente "a tres", entre Pedro Sánchez (PSOE), Santiago Abascal (Vox) y Yolanda Díaz (Sumar), en el estudio 6 de Prado del Rey, donde no hay un cuarto atril porque Alberto Núñez Fejoó (PP) se ha mantenido en declinar la invitación del ente público.
"23J, el debate final" será de menor duración de los registrados, 90 minutos, y los tres candidatos dispondrán, como ha sido habitual en todos, de un turno final de sesenta segundos (el llamado minuto de oro).
En total, cada uno de ellos dispondrá de 24 minutos, o lo que es lo mismo, ocho minutos en cada uno de los tres bloques en los que girará el debate: economía, políticas sociales, y pactos de Estado y pactos postelectorales.
Intervenciones por sorteo
Se ha decidido por sorteo quien abrirá y cerrará cada bloque, pero no ha trascendido el resultado. También así se han acordado las posiciones de los candidatos en el plató y, según la imagen que ha difundido RTVE del estudio, el primero por la izquierda será Abascal, en el centro estará Yolanda Díaz, y a la derecha Pedro Sánchez.
Árbitros de hockey
Los cronómetros para medir los tiempos de las intervenciones, gestionados por árbitros profesionales de hockey, se están terminando de probar y están presentes en todas las pantallas del plató y visibles para que los candidatos puedan gestionar sus tiempos.
Feijoó, protagonista
Empezará a las diez de la noche y Nuñez Feijoó no estará, aunque el candidato popular cuenta con que puede ser el protagonista de forma indirecta en el debate, según ha comentado a los periodistas que le siguen en la campaña, a los que ha dicho que no le preocupa.
Sí le preocupaba en cambio que con un debate "a cuatro" Sánchez hubiera pretendido escenificar que él iba con su vicepresidenta, Yolanda Díaz y Feijóo con el suyo, Santiago Abascal, una vinculación que el PP rechaza. Los populares insisten en que el verdadero debate debería ser a siete, con PNV, ERC y EH Bildu.
Acusaciones de mentir
Para los socialistas, el que Feijoó no asista puede ser su "último y peor error", según señalan fuentes de Ferraz, que subrayan la polémica "por las mentiras, con González Pons lanzando durísimas críticas a la televisión de todos los españoles". La forma del PP de entender la televisión pública es "la de un partido único", añaden.
La ausencia de Feijoó, según las fuentes de Ferraz, dejará todo el campo de la derecha y extrema derecha a Abascal, una estrategia -apuntan- que "no la entienden muchos ni en el PP", aunque la realidad -dicen- es que "tantas mentiras no soportan más de un debate".
El PSOE ve el debate como una oportunidad más de dirigirse a millones de españoles y que éstos vean las dos opciones que hay para gobernar: "PSOE y Sumar, o PP y los ultras, solo que el PP -afirman- estará representado por Santiago Abascal, suponemos que como futuro vicepresidente del Gobierno de un hipotético Gobierno de Feijóo".
Abascal, blanco del debate
A Santiago Abascal, según asegura, le viene bien que el discurso de Vox llegue a los españoles de "manera directa", aunque se imagina que será entre "interrupciones", "insultos", "trampas" y "trucos de magia" del presidente del Gobierno.
El que no acuda Feijoó cree que no le vendrá bien "ni a él, ni a los españoles que no escucharán una parte de la oferta política que hay. Cree que un debate "a cuatro", como estaba inicialmente previsto- es más representativo de la pluralidad de España.
Una oportunidad para Sumar
Mientras, en Sumar se afronta el debate como un hito "clave" de la campaña, según ha reconocido la propia Yolanda Díaz, que además ha agradecido la oportunidad de presentar a España su "proyecto de país".
Por eso, su intención es plantear un debate en positivo en contraste con el 'cara a cara' que protagonizaron Sánchez y Feijóo. La ausencia del candidato popular en este último debate ha sido criticada durante toda la campaña por Díaz porque entiende que "no quiere someterse al escrutinio de todos los españoles" y porque "tiene miedo".