En 1918
la actual calle Pozoblanco recibía el nombre de General Moriones. Se lo había puesto en 1903 el entonces alcalde, Joaquín Viñas Larrondo, y homenajeaba a Domingo Moriones, general liberal que había roto el cerco carlista de Pamplona en 1875. Hasta aquel momento la vieja rúa medieval había recibido el nombre de Pozoblanco, denominación existente al menos desde 1871, y que respondía al pozo existente al comienzo de la calle. En 1937 el ayuntamiento decidió recuperar su antiguo nombre, modo en el que ha continuado hasta hoy en día.
En el otro extremo de la calle, haciendo esquina con la calle de San Nicolás, se ubicaba en 1918 el comercio de Martín Ostiz y Cía, una suerte de bazar donde se vendía de todo, desde productos textiles hasta perfumes, pasando por juguetes, bisutería y artículos de viaje. Antes, hacia el cambio de siglo, la esquina había estado ocupada por la librería de Casildo Iriarte.
HOY EN DÍA
La esquina donde en 1918 se encontraba el comercio de Martín Ostiz va ocupada por el bar y asador Ezcabarte, que en 2021 sustituyó al anterior bar, llamado La Escalerica de San Nicolás. El bazar de Ostiz permaneció en su lugar hasta 1948, momento en el que se trasladó aquí la tienda de electricidad de Antonio Zapatería Amorena. Allí, en agosto de 1983 y aprovechando su primer trabajillo remunerado, mientras todo Euskal Herria se ahogaba por las terribles inundaciones de aquel año, quien esto escribe se compró su primer radio-casette. Era un auténtico bicharraco con doble pletina, que permitía grabar de cinta a cinta. Todavía la conservo, y todavía funciona.
La fotografía permite observar que en los 104 años transcurridos desde 1918 ha desaparecido el precioso escaparate de galería de Ostiz, sustituido por bloques de piedra rojiza que abarcan el primer piso, donde estuvo el restaurante Yaben.