La extenista Arantxa Sánchez Vicario ha asegurado que su entonces marido Josep Santacana fue el responsable de gestionar su patrimonio desde 2009, en el juicio contra ambos por supuesto alzamiento de bienes que este martes ha comenzado en el Juzgado de lo Penal 25 de Barcelona.
Visiblemente nerviosa -ha llorado durante su declaración y ha pedido agua- afronta una petición fiscal de cuatro años de cárcel por ocultar presuntamente su patrimonio a través de un testaferro para evitar pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros, y el ministerio público pide la misma pena para Santacana.
En un principio estaba previsto que la acusada prestara declaración el día 15, pero ha solicitado poder adelantarla, por lo que la juez le ha permitido intervenir este martes.
También le ha concedido ausentarse de la sala de vistas hasta ese día para ejercer su derecho a decir la última palabra antes de que quede visto para sentencia el juicio, que se celebra hasta el viernes.
La extenista, acusada de urdir un plan junto a su entonces marido, Josep Santacana, para evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo, ha afirmado que ella pretendía saldar esa deuda, pero que su exmarido se opuso y le dijo que él "se encargaba de todo".
En su declaración, Vicario ha respondido a preguntas de la Fiscalía, de la acusación particular -ejercida por el banco- y de su defensa.
El ministerio público pide para Arantxa Sánchez Vicario y para Josep Santacana cuatro años de cárcel por supuestamente descapitalizar su patrimonio y evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo que llevaba desde el 2010 intentando cobrarla, con "ánimo de un enriquecimiento ilícito".
En su escrito de acusación, la Fiscalía acusa a ambos de un delito de alzamiento de bienes o de insolvencia punibles, y al pago de una multa 12 euros diarios durante 24 meses, que supone un total de 8.640 euros.
Según la versión del ministerio público, Sánchez Vicario, "bajo las consignas" de su exmarido y la colaboración de otros cinco acusados, ideó un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimonio, con el objetivo de frustrar el cobro de la cantidad por parte de la entidad bancaria.
LA TENISTA AFIRMA QUE SANTACANA LE DIJO "QUE NO SE PREOCUPARA"
Durante su declaración, la extenista ha afirmado que estaba dispuesta a abonar el descubierto, pero que Santacana le dijo: "Mejor que pagarle al banco que lo tuviéramos nosotros y que él se encargaba de todo, que no me preocupara".
La deportista ha incidido en su carrera como tenista y en que su nivel de estudios es de bachillerato para defender que carece de conocimientos en gestión patrimonial y que desde el año 2009 era su exmarido quien se hacía cargo de todo.
La acusada ha afirmado que hubo varios intentos por parte del banco de cobrar la deuda, que en la actualidad asciende a 6,6 millones con los intereses, y que ella estaba dispuesta a afrontarla, al tiempo que ha recordado que destina el 50 % de los ingresos que recibe a su pago y que ya ha abonado cerca de 1,9 millones.
Además, ha explicado que Santacana le hacía firmar documentos en blanco, a lo que ella accedía porque confiaba en él.
Como consecuencia de los hechos, Sánchez Vicario ha añadido que ha demandado a su expareja en Estados Unidos para averiguar dónde está su dinero, después de que Santacana supuestamente vendiera todo el patrimonio que forjó durante su carrera profesional y el líquido obtenido lo hubiera movido a ese país.
Tras la intervención de la tenista, la jueza le ha permitido ausentarse de todo el juicio salvo el último día del mismo, igual que a otro acusado en el caso, que se ha acogido a su derecho a no declarar y ha alegado no recordar absolutamente nada de los hechos.
Además de dos de los acusados, también ha testificado una de las responsables del Banco de Luxemburgo, que ha afirmado que Sánchez Vicario estuvo a punto de firmar un reconocimiento de deuda, pero que Santacana no quería, y que la acusada comenzó a sufragar el gasto desde que se separó de su exmarido, en 2018.
Otro responsable de la entidad bancaria ha añadido que él pensaba que Sánchez Vicario quería pagar la deuda, pero que, en cambio, él se oponía.
Santacana y el resto de acusados pendientes declararán el próximo viernes, cuando estaba previsto inicialmente que lo hicieran todos.