Esta mañana, pasadas las 9:30h, ha arrancado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa el juicio que durante los próximos días sentará en el banquillo de los acusados a un monitor de surf y skate de Hondarribia al que se le imputan 11 delitos de abuso sexual a menores de 16 años y un delito más de posesión de material de explotación sexual infantil. Se enfrenta, por todo ello, a 85 años de prisión.
Tras unas cuestiones previas en las que la jueza del caso ha admitido a trámite los informes psicológicos de varias de las víctimas -presentados por la acusación particular- y un informe de deshabituación de tóxicos -entregado por la defensa-, las víctimas han comenzado a declarar a puerta cerrada y con el acusado recluido en otra sala. Todo ello, para preservar la intimidad de estas víctimas, hoy mayores de edad, pero que en el momento de los hechos tenían entre 9 y 16 años de edad. Se calcula que estas declaraciones se prolonguen, al menos, tres días, hasta el miércoles o jueves de esta misma semana.
Modus operandi
Según se recoge en el documento de acusación de la Fiscalía de Gipuzkoa, las agresiones se habrían registrado a lo largo de 10 años, desde 2011 a 2021. El acusado regentaba una escuela de surf y organizaba campamentos en Las Landas. Según ese escrito de acusación, el encausado aprovechaba las "actividades que desarrollaba como monitor" para ganarse la confianza de sus alumnos, que lo veían "como una figura a seguir", circunstancia que usaba para acercarse a sus alumnos varones y menores de edad, "sin levantar la más mínima sospecha" entre el resto.
La Fiscalía de Gipuzkoa relata que el 'modus operandi' del procesado consistía en elegir a una víctima y "con sutileza, atenciones" e incluso regalos, establecía una relación "estrecha" y "de dependencia" con ese menor, con el que mantenía conversaciones por Whatsapp y se "inmiscuía en su vida personal". Además, le invitaba a su casa y se enfadaba "si no hacía lo que él les pedía o rechazaba sus invitaciones".
De esta forma, según la Fiscalía, el acusado conseguía "despertar los sentimientos de dependencia del menor" y, "sirviéndose además de la confianza que depositaban en él las familias", sometía a su víctima a distintas prácticas de índole sexual. El Ministerio Público considera que, para ello, el acusado se prevalió "del aislamiento" en el que situaba a cada "menor elegido", así como de su "escaso conocimiento en materia sexual". La "evidente diferencia de edad" es otro de los puntos clave para la Fiscalía ya que, explica, que algunos de los niños tenían entre 9 y 10 años cuando empezaron a tomar clases de surf.
El acusado es un varón de 40 años de edad que fue detenido a finales de agosto de 2021. Actualmente, se encuentra en prisión provisional. Declarará en último lugar, al final del juicio, una vez practicadas el resto de pruebas testificales, periciales y documentales. Se prevé que el juicio se prolongue hasta el viernes 21 de marzo.