La sección Segunda de la Audiencia Provincial de Álava ha idado inicio hoy el juicio contra el joven que mató presuntamente a su amigo en Vitoria tirándole de un primer piso y apuñalándole después en el cuello hasta ocasionarle la muerte. Distintos testigos arrojarán luz a este caso durante las próximas siete sesiones para que, después, el Jurado Popular delibere si el acusado es culpable o no de los hechos por los que se le acusa. El juicio concluirá el próximo jueves día 20; la Fiscalía de Álava pide la prisión permanente revisable para el acusado. Además, también se le reclama tres indemnizaciones distintas para la familia de la víctima que suman 282.000 euros.
Los hechos por los que Ismael es acusado hoy se remontan al 23 de julio de 2020. Ander –un joven de 20 años– y el presunto asesino eran amigos desde hacía, al menos, un año, y quedaban frecuentemente. Según explica la Fiscalía en su escrito, en ocasiones, en esos ratos de ocio ambos consumían estupefacientes. En aquella ocasión también. Porros, pastillas y alcohol fueron el coctel de ese día, –siempre según la versión oficial ofrecida en el escrito de la Fiscalía–. Por la tarde, sobre las 17.30 horas, según las mismas fuentes que han sido recogidas por la agencia Efe, tras comprar una botella de licor de hierbas, se dirigieron a la plaza de Llodio en el barrio vitoriano de Zaramaga. Allí el acusado obligó presuntamente a la víctima a ingerir una pastilla, a la vez que le vertía alcohol de alta graduación directamente en la boca desde la botella. Todo ello, "llevó a la víctima a un evidente estado de embriaguez y afectación por las sustancias ingeridas". Después, a las 18.45 horas, "con la mera intención de pasar el rato", los dos fueron a las instalaciones de una antigua fábrica abandonada que el acusado conocía, aunque la víctima tuvo "serias dificultades" para llegar hasta el lugar, debido a su estado de embriaguez por el alcohol consumido, según las mismas fuentes.
Una vez en la fábrica se sentaron en una de las habitaciones vacías y ambos "discutieron" por lo que la víctima decidió marcharse. No llegó, sin embargo, a cumplir ese objetivo; simplemente, logró llegar hasta el perímetro exterior de la primera planta del edificio. Allí, el acusado empujó presuntamente a la víctima, y cayó desde una altura de tres metros y medio hasta el suelo, caída por la cual sufrió la fractura de cadera y muñeca derecha. Tras observar unos minutos la escena desde el primer piso, Ismael "bajó y comprobó que la víctima seguía con vida. En ese momento, con la intención de ocultar las lesiones causadas, decidió acabar con la vida de su compañero", según la Fiscalía.
Para llevar a cabo su objetivo, primero "buscó un espacio en el que no pudiera ser visto, para lo que arrastró 34 metros a la víctima sobre un suelo lleno de piedras y escombros, causándole lesiones cutáneas, hasta una sala en el interior de la fábrica". Una vez dentro del edificio, el acusado, con una navaja, le produjo presuntamente cinco heridas en la zona derecha del cuello, que le provocaron una importante hemorragia. Según la Fiscalía, también le golpeó, al parecer, la cabeza con un travesaño de madera y "le propinó dos puñaladas". Concretamente, "una en el costado izquierdo y otra en la región inguinal".
Más lesiones, una vez muerto
Según la Fiscalía. Una vez que Ismael acabó presuntamente con la vida de Ander, continúo causándole distintas heridas por todo el cuerpo, según explica la Fiscalía en su escrito (y que ha sido recogido después por la agencia Efe). Así, "a pesar de que había fallecido, el acusado continuó causando heridas al cuerpo de la víctima con un riel de cortina que había en el lugar". En el momento de los hechos el acusado, sin antecedentes penales, tenía, al parecer, un diagnóstico de trastorno grave por uso de sustancias y trastorno de personalidad en estudio, con consumo activo de sustancias psicoactivas.