El Athletic inicia mañana un salto hacia lo desconocido: una pretemporada, o cuanto menos un importante paréntesis, en mitad de una temporada, paradojas de un escenario dibujado por la celebración de la Copa del Mundo de Catar. Después de un periplo vacacional iniciado el 14 de noviembre, un día después del último encuentro de competición, que fue el duelo copero frente al Alzira (0-2), la plantilla bilbaina pone mañana en marcha, a partir de las 11.00 en una sesión a puerta abierta en Lezama, un proceso de puesta a punto que apunta hacia el martes 20 de diciembre, que será cuando la tropa de Ernesto Valverde retome la competición con el partido de Copa contra el Sestao en Las Llanas (21.00 horas); ya el día 29 del mismo mes, jueves, los leones reanudarán la liga, frente al Betis en el Benito Villamarín (19.15 horas).
El plantel rojiblanco ha disfrutado así de unas apacibles jornadas de descanso gracias a la respuesta a la lógica frente al Alzira y especialmente tras retomar la senda del triunfo contra el Valladolid (3-0) en liga, una victoria posterior a seis partidos consecutivos sin alcanzar la victoria que hicieron saltar las alarmas en el club. Aquella fantástica jornada, la decimocuarta, dejó al equipo en una situación de privilegio, afincado en una cuarta posición de la clasificación, es decir en puestos de Champions League –con 24 puntos, al igual que Atlético de Madrid y Betis, que son quinto y sexto, respectivamente–, lo que a estas alturas de la campaña nunca había sucedido anteriormente con Valverde al frente del banquillo del Athletic. Por lo que la situación es idílica y con ese estímulo lo habrán disfrutado los integrantes del vestuario.
Pero ahora llega la hora de reanudar el trabajo. Regresan las responsabilidades sobre el césped. A falta de posibles novedades que pueda emitir el club en las próximas horas, Valverde comenzará a trabajar con todos los efectivos a excepción de los tres jugadores que están disputando el Mundial, Unai Simón y Nico Williams con España e Iñaki Williams con Ghana, y con la duda de Dani García, quien enfiló las vacaciones lesionado, con una dolencia en el bíceps femoral de la pierna izquierda que le obligó a retirarse del terreno de juego antes de tiempo en el partido del pasado 23 de octubre contra el Barcelona; el centrocampista de Zumarraga entró al campo en sustitución del lesionado Ander Herrera y fue reemplazado después de 39 minutos de juego.
Tres amistosos en el horizonte
De este modo, Valverde tendrá por delante 22 días para preparar al equipo. Durante este tiempo el Athletic tiene previstos tres encuentros amistosos: el primero de ellos será el domingo 11 de diciembre en San Mamés, cuando el Athletic recibirá al mexicano Chivas Rayadas del Guadalajara (19.00), un partido que da origen al Trofeo Árbol de Gernika y que ejercerá como preludio de los actos de celebración del 125 aniversario de la entidad bilbaina; posteriormente, el jueves 15 de diciembre los leones visitarán El Plantío para medirse al Burgos (19.30 horas) en un duelo con motivo del centenario del club burgalés; por último, el Athletic viajará a Italia, hasta el estadio Dacia Arena, para enfrentarse el sábado 17 de diciembre al Udinese, que ocupa la octava posición en la Serie A.
En el plano extradeportivo y a corto plazo aparece el reto de la Junta Directiva de la planificación de la plantilla de cara a la próxima temporada. El 1 de enero ocho jugadores del primer equipo podrán iniciar contactos con otros clubes al expirar sus contratos el próximo 30 de junio. Se trata de Raúl García, Óscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Asier Villalibre, Iñigo Lekue, Oier Zarraga, Ander Herrera e Iñigo Martínez, con especial foco de atención en este último, dado que la apertura del mercado de invierno y los cantos de sirena procedentes de Barcelona, sobre todo tras la prematura retirada de Gerard Piqué, podrían condicionar el futuro del central de Ondarroa, quien no se ha pronunciado respecto a sus intenciones.
Dos entrenamientos abiertos al público
Con todos estos ingredientes el Athletic encara una segunda parte de la campaña cargada de incertidumbre acerca de cómo responderá el equipo tras el parón. Es una situación insólita que puede ser una peligrosa desconexión con la competición o resultar una relevante recarga de baterías para encarar con frescura y ánimos renovados una etapa crucial para los intereses deportivos y económicos del club. Lezama se vuelve a abrir para retomar el trabajo. Mañana (11.00 horas) y el martes (10.30) habrá entrenamientos abiertos al público, y precisamente el martes será el único día de la semana que los leones realizarán doble sesión.