El enclave de Irugurutzeta de Irun constituye la mayor batería de hornos existente en Gipuzkoa y una de las más importantes de la CAV. Con el objetivo de poner en valor este patrimonio y convertirlo en un atractivo turístico sostenible, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un proyecto para recuperar el entorno, cuyas obras han comenzado recientemente y se alargarán durante los próximos doce meses.
Ana Baena, directora del área de Movilidad, Vía Pública y Obras del Ayuntamiento, ha explicado esta mañana que a través de los trabajos se va a habilitar, por un lado, una plaza o explanada de acceso al entorno, que se dotará con bancos. Para ello se ha derruido la casa del capataz, que se encontraba cimentada sobre la regata. “De esta manera vamos a regenerar el borde de la regata y a crear una plataforma que será el punto de entrada a todo el espacio cultural”, ha dicho.
También se van a construir aseos que den servicio a los visitantes, así como un ascensor que unirá los distintos niveles del enclave. Este servirá para llegar al centro de interpretación, que también está siendo remodelado, donde comenzarán las visitas, que después se dirigirán a la batería de hornos.
Por último, las obras servirán para dotar al espacio de acometidas de agua, electricidad y saneamiento, que actualmente no existen; así como para realizar labores de limpieza del entorno natural y mejora de la seguridad de los hornos.
Un enclave privilegiado
La alcaldesa de Irun, Cristina Laborda, ha destacado que Irugurutzeta constituye un “enclave privilegiado a las puertas del parque natural de Aiako Harria”, y que la ciudad tiene en él “uno de los recursos naturales y turísticos más importantes”. Además, ha recordado que a lo largo de los últimos años se han ido realizando labores de mantenimiento y conservación, pero ha afirmado que este nuevo proyecto supone “el salto cualitativo que faltaba”
La primera edil ha recalcado asimismo que estos trabajos representan “una apuesta por unir nuestro patrimonio con el turismo, para convertir Irun en una ciudad atractiva y fomentar así la economía urbana relacionada con el comercio y la hostelería”.
Por su parte, Nuria Alzaga, delegada de Impulso de Ciudad, ha manifestado que este proyecto resulta posible gracias a los fondos Next Generation, que han aportado 1.500.000 euros. También ha contado que, a pesar de que las visitas que recibía Irugurutzeta disminuyeron a raíz de la desaparición del tren verde que llegaba hasta allí, la recuperación de este servicio, que pasará a ser cien por cien eléctrico, así como las obras de remodelación, servirán para volver a potenciar esta actividad turística.
Para finalizar, Gorka Álvarez, delegado de Obras, Mantenimiento e Infraestructuras, ha explicado que esta es “una obra importante para la ciudad” y ha destacado que gracias a ella “Irugurutzeta será una nueva zona de encuentro, consolidación y puesta en valor de la batería de los nueve hornos, todo ello desde el máximo respeto al entorno natural y desde una perspectiva sostenible y energéticamente eficiente”.
Comienzan las obras de recuperación del entorno de Irugurutzeta
Sobre los hornos de Irugurutzeta
Aiako Harria ha sido una zona importante de minería desde la Edad del Hierro, cuando los romanos explotaron los enclaves mineros de la zona. El mineral continuó extrayéndose durante la Edad Media, la Edad Moderna y la época contemporánea, pero fue a comienzos del siglo XX cuando se produjo la mayor actividad. Aunque en un principio se extraía óxido de hierro, cuando este se agotó se construyeron hornos de calcinación para explotar el carbonato de hierro. En origen existían once, pero tan solo se conservan nueve.
Tras ser calcinados, los minerales de hierro eran cargados en las vagonetas y se trasladaban a la estación de Kostorbe en el barrio de Mendibil. Desde allí se transportaban a Hendaia, para su posterior exportación a otras zonas como Baiona o las Landas, e incluso a otros países como Bélgica, Alemania o Reino Unido. También se enviaba a los puertos de Pasaia y Bilbao, con los Altos Hornos como destino final.
Por todo ello, el enclave de Irugurutzeta está considerado por los expertos como una de las mejores muestras de patrimonio industrial del territorio.