El verano es sinónimo de sol y playa. Cuando llega esta época del año lo que más apetece es desconectar, viajar a un destino de costa y tumbarse al sol a relajarse. Pero, esto puede acarrear graves problemas de salud. Aunque pueda parecer repetitivo el consejo de aplicarse crema regularmente para protegerse del sol, toda precaución es poca y "con 10 minutillos al día es más que suficiente" ha asegurado un farmacéutico que revela uno de los mayores peligros del sol.
Farmacéutico Fernández trata en sus vídeos temas relacionados con la salud y el bienestar de una forma muy interesante. Con motivo de la reciente ola de calor y la llegada del mes de agosto, este farmacéutico ha querido recordar la importancia de protegerse del sol con un dato revelador sobre lo que este puede provocar en nuestro cuerpo.
El cuerpo se defiende del sol
"El bronceado es un mecanismo de defensa que activa nuestra piel para defenderse de una agresión. En este caso, la de la radiación solar. Y si activamos un mecanismo de defensa es porque nos necesitamos defender. Y si de algo nos necesitamos defender es porque bueno no es", ha explicado.
La melanina, además de oscurecer el tono de la piel, tiene una función mucho más importante. Se activa cuando la piel se expone a los rayos UV para absorber y dispensar la radiación dañina. Este aumento de melanina potencia el bronceado que actúa como barrera protectora contra futuros daños solares. Así que, tal y como ha explicado Farmacéutico Fernández, el bronceado puede ser muy bonito, pero no por ello saludable.
"¿Qué te de el sol es bueno? Sí, e imprescindible para tener los niveles adecuados de vitamina D, pero basta con un poquito de sol. Diez minutos al día, más que suficiente. Ningún bronceado, pero ninguno es saludable", ha sentenciado.
"Además, es una de las causas principales del envejecimiento de la piel, es decir, de la aparición de arrugas y manchas", ha finalizado. Esta es una de las consecuencias más visibles y dañinas del sol, pero hay muchas más.
Riesgos de la exposición solar
- Quemaduras solares: La exposición excesiva al sol puede causar quemaduras solares, que son dañinas para la piel. Las quemaduras solares no solo son dolorosas, sino que también pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel a largo plazo.
- Cáncer de piel: La exposición prolongada y sin protección a los rayos UV es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel, incluido el melanoma, que es una forma agresiva de cáncer de piel. El uso de protector solar y ropa protectora puede reducir significativamente este riesgo.
- Envejecimiento prematuro de la piel: La exposición al sol sin protección adecuada puede acelerar el envejecimiento de la piel, causando arrugas, manchas solares y pérdida de elasticidad. Esto se debe a que los rayos UV dañan las fibras de colágeno y elastina en la piel.
- Daño ocular: Los ojos también pueden verse afectados por la exposición a los rayos UV. Las cataratas, la degeneración macular y otras condiciones oculares pueden desarrollarse o empeorar debido a la exposición solar sin protección adecuada.
Precauciones para una exposición solar segura
Esto no significa que no se pueda disfrutar del sol al aire libre o de la playa. Se puede siempre y cuando no sea en exceso y utilizando las medidas de protección adecuadas, así como una serie de consejos para hacerlo de la forma más saludable posible:
- Uso de protector solar: Aplicar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 es fundamental. Es importante aplicarlo generosamente y volver a aplicarlo cada dos horas, o más frecuentemente si se está nadando o sudando.
- Ropa protectora: Usar ropa que cubra la piel, como camisetas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha, puede proporcionar una barrera adicional contra los rayos UV. Las gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UV son esenciales para proteger los ojos.
- Evitar las horas de mayor intensidad solar: Los rayos del sol son más intensos entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Es recomendable buscar sombra durante estas horas y planificar actividades al aire libre fuera de este período siempre que sea posible.
- Hidratación adecuada: La exposición al sol y el calor pueden llevar a la deshidratación. Beber suficiente agua antes, durante y después de la exposición solar es crucial para mantener el cuerpo hidratado y evitar problemas de salud relacionados con el calor.
- Atención a los signos de advertencia: Es importante estar atento a los signos de sobreexposición al sol, como enrojecimiento, dolor, hinchazón o ampollas en la piel. En caso de quemaduras solares, se debe buscar refugio en la sombra, aplicar lociones calmantes y beber abundante agua. Si los síntomas son graves, es recomendable buscar atención médica.