El colectivo de artistas Grow Your Own Cloud, formado por Monika Seyfried y Cyrus Clark, lleva investigando las posibilidades de almacenamiento de datos de ADN en las plantas desde 2017. En su último trabajo han colaborado con el físico Steen Rasmussen con el objetivo de comprender el potencial de los sistemas vivos para interactuar con la vida artificial.
Tabakalera y el Donostia International Physics Center han presentado Clouds of Pollen, la instalación artística que estudia el almacenamiento de datos digitales en los seres vivos, creada por el colectivo Grow Your Own Cloud.
En la presentación, Monika Seyfried y Cyrus Clarke, artistas con formación en diseño de interacción, bellas artes, tecnologías digitales y economía, han explicado que “todos los seres vivos, incluidas las plantas y los árboles, crecen según las instrucciones de su ADN”. De hecho, el ADN es el sistema de información más antiguo y se puede utilizar para almacenar datos digitales como “archivos digitales, de imagen, de texto e incluso de música y podrían codificarse en el ADN de plantas y árboles”.
El objetivo de la obra de Clouds Of Pollen es examinar las posibilidades del polen como tecnología para los sistemas de información y plantea la pregunta de qué pasaría si se pudiese utilizar ese mismo canal para transportar datos y crear un sistema en el que se reproduzcan de forma natural, mediante procesos vivos, y puedan evolucionar con la naturaleza.
Alternativas más ecológicas
“Cuando se habla de la nube se hace referencia a una gran cantidad de datos digitales que se almacenan en servidores remotos, consumiendo energía y generando emisiones mucho más contaminantes que lo que sugiere la palabra nube”, explica Cyrus Clarke. “Nuestra idea de rematerializar datos es hacerlo de manera que, además, sea bueno para nuestro planeta”, añade.
Mediante su investigación, los artistas del colectivo Grow Your Own Cloud plantean encontrar alternativas, más ecológicas, para ese almacenamiento de datos digitales, como el ADN o las plantas. De esta forma, en vez de gasto energético y contaminación, la persona propietaria de los datos tendría que cuidar las plantas, contribuyendo a un proceso más sostenible.
“Por ejemplo, podríamos imaginar que añadimos fotos familiares a un roble y, cuando ese árbol madure, reproduzca de forma natural los datos y los propague a través de generaciones mediante el polen”, cuenta Monika Seyfried.
“En 2020 conseguimos almacenar datos en una planta, algo que fue bastante fácil, pero la novedad fue que también logramos extraer los datos de esa planta, algo nadie había hecho”, recalca Cyrus Clarke.
Steen Rasmussen ha recordado que todos recorremos el mundo real a partir de cómo lleva cada uno su vida, “pero que son los artistas y la ciencia quienes nos van abriendo el camino para darnos la oportunidad de conocer nuevos lugares”.
La exposición forma parte de la línea programática Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad que se puso en marcha en julio de 2020 con la apertura de Medialab, que conjuga creación artística, creación ciudadana y cultura digital, y se podrá visitar hasta el 10 de noviembre en la segunda planta de Tabakalera y en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid a partir del 19 de octubre.