Aunque a muchos, sobre todo a los más jóvenes, les cueste creerlo porque parece que llevan desde siempre con nosotros, hace 20 años no había todavía smartphones y los teléfonos móviles servían casi exclusivamente para llamar y mandar mensajes de texto. Y hace 30 años ni siquiera existían los teléfonos móviles más allá de aparatos inmensos y caros que sólo podían permitirse algunos altos ejecutivos.
Por eso ha llamado mucho la atención lo que una persona ha descubierto viendo las imágenes de un vídeo de agosto de 1995 de un combate de boxeo que se celebró en Las Vegas entre Mike Tyson, el gran dominador de aquella época, y Peter McNeeley.
En esa grabación esa persona ha captado cómo uno de los aficionados que presenciaron la pelea llevaba en sus manos lo que parece un smartphone blanco de diseño actual, con un punto negro que sería el objetivo de la cámara y con con el que estaba fotografiando o haciendo un vídeo de la velada, incluso con el flash activado.
¿Cómo es posible que ese aficionado estuviera utilizando en 1995 un aparato que no existió hasta más de dos décadas después, ya que el primer iPhone fue lanzado en 2007? La imagen se ha vuelto viral en las redes sociales (como ya pasó a mediados de 2016) y hay quien habla de un “viajero en el tiempo”. Pero tiene una explicación mucho más lógica y factible, sin necesidad de fenómenos sobrenaturales: aunque nuestro cerebro trata de encontrar similitudes con la época actual y asimilar ese objeto a un teléfono inteligente, realmente no lo es.
¿Qué es entonces ese objeto con flash? Una cámara de fotos digital, que tan de moda estuvieron en los 90 por la no necesidad de revelar las fotos como en las analógicas anteriores y por su tamaño compacto, que las hacía muy manejables y las convirtió en un elemento de uso muy habitual, ya que además los primeros teléfonos móviles no tenían cámara y cuando la incorporaron hacía fotos de poca calidad.
Tan popular se ha vuelto la imagen en las redes sociales y en YouTube que ha habido quien ha creído identificar de qué modelo de cámara se trata, aunque no hay acuerdo en si es una Casio QV-10A o una Dycam/Fotoman Logitech, ambas a la venta a mediados de los años 90 y con un diseño que podría corresponderse al objeto que llevaba el espectador del combate.