Por su nombre, puede sonar a chiste, sin embargo sufrir amnesia glútea o el síndrome del trasero muerto tiene bastante poca gracia. Se trata de una afección que puedes estar padeciendo sin saberlo y que puede mermar notablemente tu calidad de vida.
Esta patología es frecuente en personas que llevan una vida sedentaria, bien por su trabajo o bien por unos hábitos poco saludables, acompañados de posturas incorrectas y falta de ejercicio.
El síndrome del trasero muerto, como su descriptivo nombre indica, consiste en una atrofia de los músculos de los glúteos que genera deficiencias en la estabilización lumbo-pélvica, lo que afecta de lleno a todo el sistema de movimientos de nuestro cuerpo. Este grupo muscular tan potente y necesario participa, o debería participar, en todas las acciones motrices, desde estar erguido hasta correr.
Los glúteos se encuentran en la parte baja de la espalda y se distinguen en ellos tres partes: glúteo mayor, mediano y menor. Estos músculos son los que dan forma a nuestro trasero, pero tienen una función más importante: dar movilidad y estabilidad a la pelvis.
Una mujer realiza un ejercicio para fortalecer los glúteos.
Amnesia glútea
Si pasamos mucho tiempo sentados, la postura permanentemente flexionada de la cadera y la compresión de los tejidos van a desactivar la función de los glúteos, lo que derivará en la amnesia glútea.
Con el sedentarismo, los glúteos pierden firmeza y los flexores de la cadera se tensan y se acortan, lo que hace que los músculos de los glúteos no se activen. Si estos no funcionan de una forma eficiente, aumentará la tensión en otros músculos y articulaciones más débiles que acabarán asumiendo la función de los glúteos y sufrirán un mayor estrés y trabajo.
Concretamente, cuando el glúteo medio, el músculo encargado de estabilizar la pelvis, se atrofia, se inflama y pierde elasticidad y fuerza, el cuerpo se ve obligado a tirar de la musculatura isquiotibial y ahí es donde empieza todo. Los músculos flexores de la cadera se tensan y el cuerpo deja de estar alineado.
Los glúteos necesitan ejercitarse para estar en forma y si pierden elasticidad y fuerza comienzan los problemas en los lugares más inesperados: dolores de espalda, lumbares, de cadera, de rodilla, de tobillos, malas posturas, dificultad para andar, para agacharse, caídas... ya que el cuerpo tratará de compensar el desequilibrio.
La buena noticia es que al tratarse de un problema de firmeza muscular, la amnesia glútea se puede corregir, pero eso sí, hace falta mucha fuerza de voluntad. Lo primero que tenemos que hacer es tomar conciencia de nuestro sedentarismo y mantenernos activos.
Un grupo de jóvenes sentados en sus puestos de trabajo.
Recomendaciones
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la única forma de evitar la muerte de tu trasero es hacer ejercicio. Si por tu trabajo tienes que pasar muchas horas sentado, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a combatir el sedentarismo. Estos son:
- Hacer pequeñas pausas cada dos horas y hacer algún que otro estiramiento, eso sí, en algún lugar discreto.
- Todo aquello que puedas hacer de pie, hazlo, por ejemplo hablar por teléfono, ordenar el escritorio, una reunión informal...
- Ponte la alarma del móvil cada hora para que no se te olvide levantarte de la silla y andar un poco.
- Cuando estés sentada, no cruces las piernas. Mantén la espalda recta y los pies apoyados en el suelo.
- Una dieta a base de ascensos, sentadillas, trotes, zancadas y caminatas será la mejor forma de mantener los glúteos, y todo el cuerpo, en forma.
- Caminar a paso ligero, nadar o montar en bici durante 30 minutos al día te reportará importantes beneficios.