Una de las principales novedades de esta reforma es la implantación obligatoria de un registro horario digital para todas las empresas, sin importar su tamaño. Este registro deberá ser accesible en tiempo real tanto para los empleados como para la Inspección de Trabajo y los sindicatos. El sistema permitirá registrar el inicio y fin de la jornada, así como cualquier interrupción, y distinguir entre horas ordinarias, extraordinarias o complementarias.
Además, la ley refuerza el derecho a la desconexión digital, garantizando que los trabajadores no reciban llamadas ni mensajes de sus empresas fuera del horario laboral.
Según un encuesta realizada por Protime, multinacional que ofrece tecnología y servicios de gestión horaria a empresas, el 66% de los trabajadores preferiría trabajar cuatro días a la semana, incluso si esto implica alargar ligeramente cada jornada laboral. A pesar de que los datos oficiales apenas registran un 5%, seis de cada diez empleados realizan horas extra, de los cuales un 78% recibe compensación. Además, solo el 38% de los trabajadores asegura que se respeta completamente su derecho a la desconexión digital fuera del horario laboral.