Vida y estilo

Cómo gestionar la hiperempatía que provoca hacer propias las emociones de los demás

Se trata de un trastorno social que tiene un componente genético y que puede causar dolor físico, ansiedad extrema y agotamiento mental
Manos entrelazadas como señal de apoyo y cariño.
Manos entrelazadas como señal de apoyo y cariño.

La empatía es la capacidad que tiene una persona de comprender las emociones y los sentimientos de los demás. Mientras que hay personas muy poco empáticas, más preocupadas por sí mismos que por lo que ocurre a su alrededor, hay otras que viven muy pendientes del bienestar de los otros. Cuando esto se da en exceso y produce una fuerte carga emocional, se considera un trastorno social y se conoce como hiperempatía.

Las personas que padecen hiperempatía viven en una constante tormenta emocional ya que, para ellas, la felicidad y el dolor ajenos no son simples estímulos externos, sino sensaciones internas que afectan a su bienestar diario. No es solo comprender ese dolor ajeno, sino que les resulta imposible no sentirlo en carne propia, aunque quien lo sufra sea una persona desconocida.

Una mujer trata de reconfortar a otra en un momento difícil.

Una mujer trata de reconfortar a otra en un momento difícil.

Componente genético

Rodrigo Martínez Ubago, psicólogo clínico y colaborador docente de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), señala que, según estudios recientes, la hiperempatía es una capacidad que tiene un componente genético, aunque el entorno también influye en su desarrollo. A veces presenta una superposición genética con el autismo y las personas altamente sensibles (PAS).

"Cada vez hay más estudios que demuestran la base biológica de la empatía. La sociedad tiende a pensar que esas características son adquiridas y se aprenden, pero lo cierto es que son características fundamentalmente innatas, aunque el ambiente también tiene un peso importante", señala Martínez Ubago.

En este sentido, la hiperempatía parece ser más frecuente en personas altamente sensibles y en personas que han experimentado traumas tempranos, lo que sugiere que la interacción entre la genética y las experiencias de la vida pueden potenciar este rasgo.

Un hijo brinda apoyo a su padre en una situación complicada.

Un hijo brinda apoyo a su padre en una situación complicada.

Ventajas

Como casi todos los rasgos, cuando son excesivos, pueden suponer más un problema que una ventaja. Entre los aspectos positivos de la hiperempatía está que, al ser personas que entienden mejor las emociones de los demás, también pueden ayudarles mejor.

Su gran capacidad para detectar cambios emocionales sutiles puede resultar muy útil en profesiones como la Psicología, la Medicina y la Educación. Además, son personas muy válidas para la mediación y la resolución de conflictos, además de gozar de una alta creatividad y un pensamiento introspectivo.

Desventajas

En el lado negativo de la hiperempatía está que quien la sufre no lo pasa bien. "Cuando las emociones dependen de las de los demás, es fácil perder el control. Estas personas son demasiado sensibles y propensas a sentir emociones que en realidad no son suyas, sino las de los demás resonando en ellas", advierte el experto.

Los hiperempáticos pueden experimentar ansiedad, estrés crónico y fatiga emocional al absorber el dolor ajeno sin poder desconectarse. Esto dificulta la toma de decisiones debido a la influencia del estado emocional de los demás. También genera problemas de identidad, ya que las personas que tienen este rasgo pueden confundirse entre sus propias emociones y las ajenas.

Cómo gestionar la hiperempatía

Martínez Ubago señala que, cuando el hiperempático no lo pasa bien, debe apartarse de la fuente emocional y empezar a gestionarla. "En primer lugar, hay que ser consciente del problema, de que siento más que los demás emociones que no me pertenecen. A partir de ahí, hay que trabajar el paso de una empatía emocional a una empatía cognitiva, por ejemplo, integrando pensamientos como puedo entender cómo te sientes, pero yo no me sentiría igual si me pasara lo mismo que a ti", explica el experto.

El psicólogo clínico aconseja también entrenar un distanciamiento emocional: "Cuando una persona detecte que está sintiendo empatía, debe hacerse consciente de que las emociones del otro son un problema del otro y evitar sentirlo como propio. A veces el distanciamiento debe ser físico y real".

Para tratar la hiperempatía, Martínez Ubago recomienda distintas estrategias como la terapia cognitivo-conductual (TCC), el midfulness o la regulación emocional. Y, al margen de ellas, hay algo que es básico y es aprender a establecer límites emocionales y aplicar técnicas de desapego, es decir, ser capaz de ayudar a los demás, pero sin absorber su propio sufrimiento.

2025-03-23T10:10:36+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo