Una imagen se ha hecho viral en las últimas horas por lo inexplicable de la situación, si no se conoce el contexto: un coche aparece empotrado en la fachada de un edificio en la ciudad de Ibiza, a la altura del tercer piso, algo que obviamente ha sorprendido a propios y extraños, a viandantes y a internautas, que se realizan la misma pregunta: ¿cómo ha acabado ese vehículo ahí? Podría pensarse que alguien conducía a alta velocidad por la capital ibicenca, que pasó por encima de algo que hizo de rampa y que se elevó, empotrándose contra una ventana del edificio y quedó allá suspendido.
¿Balconing a motor?
Pero poco tiene que ver con eso, que es más propio de las películas de acción y parece poco factible que suceda en una ciudad, por mucho que se trate de Ibiza en verano, con todo el desenfreno que se acumula en sus calles, playas y discotecas. Como mucho podría hablarse de una especie de balconing (muy típico de las Islas Baleares) pero a motor y sin ninguna intención de hacerlo.
La imagen cobra mucho más sentido cuando se sabe que el edificio en cuestión es un aparcamiento en altura situado en la avenida Ignasi Wallis de la capital ibicenca. Según informan algunos medios locales, la conductora del vehículo, que tenía poca experiencia al haberse sacado el carnet de conducir en fechas recientes, bajaba por una rampa dentro del parking cuando se encontró de frente con otro vehículo.
Maniobra desafortunada
Su reacción fue echar marcha atrás, pero debió hacerlo a más velocidad de la debida y acabó atravesando uno de los ventanales del aparcamiento y dejando casi medio coche asomando por la ventana. No se sabe si calculó mal la distancia o si es que confundió el pedal del freno con el del acelerador, pero a buen seguro que la mujer se llevó el susto de su vida.
Se trata de un edificio de seis plantas que además del aparcamiento cuenta con oficinas y con grandes ventanales. Uno de ellos, situado a quince metros de altura, es el que atravesó la conductora. Una peligrosa e involuntaria maniobra que provocó que se desplazaran los bomberos para tratar de recuperar el coche, que en principio no sufrió grandes daños, aunque los desperfectos son mayores en la fachada del edificio, como se puede comprobar en la imagen. Los servicios de emergencia tuvieron que cortar un carril de la avenida para poder efectuar el inusual rescate.