Por si no lo sabías, el domingo 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta. El nombre de esta popular delicia gastronómica es de origen francés y proviene de la onomatopeya croquer, que en francés significa crujir y es, precisamente, el sonido que se debería hacer al morderlas la clave para ser un bocado perfecto.
Para los amantes del aperitivo ?(para algunos ya un plato más del menú) más valorado y consumido, os vamos a contar las claves para hacer una croqueta perfecta. O casi, porque hay que reconocer que estas lides cada maestrillo tiene su librillo y las aportaciones personales de cada cocinero o cocinillas, pueden enriquecer un producto adorado por niños y mayores.
La base clásica de esta creación es la salsa bechamel, más o menos líquida, elaborada con harina, leche (y a veces caldo) y mantequilla, aliñada con sal, pimienta y nuez moscada.
En primer lugar, es importante usar la misma cantidad de harina que de mantequilla -entre 130 y 180 gramos aproximadamente por litro de leche- para lograr una masa perfecta y, en segundo lugar, cocinar bien la masa que la mantequilla pierda su sabor a crudo al diluirse en la bechamel.
También es esencial realizar un buen rebozado de tres capas -pan rallado, huevo y pan rallado nuevamente- para que no se abran. Finalmente, si no dispones de freidora, utiliza una cazuela, llénala bien de aceite -las croquetas deben quedar totalmente cubiertas- e introducelas solamente cuando el aceite alcance los 180ºC.
Si has seguido estos pasos tendrás unas croquetas casi perfectas e indudablemente deliciosas.
Otro cantar es el relleno o sabor principal. Las más habituales y valoradas son las de jamón.
Entre las más consumidas figuran también las de setas (boletus, champiñones); de pescado, fundamentalmente de bacalao; de marisco (gambas, chipirones, changurro); de carne (pollo, chorizo, morcilla, jamón de york); de queso en sus múltiples variedades; y de verduras (zanahoria, puerro, calabacín). Pero no te limites a estas opciones. Prueba otros sabores e incluso combinálos entre sí. Seguro que aciertas en la mesa.
Tres trucos importantes
Además de un rebozado perfecto, es imprescindible que el aceite esté bien caliente para que las croquetas se hagan en su integridad (sobre todo en el caso de que las tengas congeladas) y sin romperse.
Por supuesto no pongas muchas a la vez en la sartén o freidora. Es mejor hacerlas en varias veces para poder removerlas con comodidad y que se hagan bien por todas partes.
Y por supuesto evita recalentarlas en el microondas ya que se reblandecen y pierden su consistencia.