Pierria Henry inicia desde este miércoles una dura batalla para defender su inocencia ante la FIBA, algo en lo que también cree el Baskonia al haber firmado ambos un comunicado conjunto.
A la espera de lo que indique un posible contraanálisis, el jugador estadounidense no ha dado, de momento, positivo en un control antidopaje. Sin embargo, el máximo organismo tiene claro que existen anomalías en el procedimiento de los controles que ha pasado e incluso puede sospechar que las muestras son de otra persona, algo que podría inhabilitarle para ejercer su profesión prácticamente de por vida.
El Baskonia, consciente de ello, le ha incoado un expediente a la espera de futuras novedades. Eso sí, las perspectivas de que pueda seguir vistiendo la elástica azulgrana no son halagüeñas teniendo en cuenta que el proceso legal puede llegar a ser muy farragoso.
Lo cierto es que la FIBA es inflexible con los jugadores que se han visto salpicados por dopaje o casos similares en el pasado. Recientemente instauró el código 2021 y FIBA ADR, por el que si un jugador ha cometido una violación que involucra una sustancia de abuso, por ejemplo, cannabinoides, y establece que el uso fue fuera de competición sin estar relacionado con el rendimiento deportivo, la sanción será de tres meses.
Este castigo puede estar sujeto además a una posible reducción adicional a un mes, si el jugador completa satisfactoriamente un programa de tratamiento de abuso de sustancias aprobado por la FIBA.
Los últimos precedentes de dopaje en la Euroliga tuvieron como protagonistas a dos jugadores del Armani como Moraschini y Mitoglou, que recibieron duras sanciones de un año como mínimo. El primero consumió un esteroide anabolizante y el segundo dio positivo en un test. Ahora la sospecha se cierne sobre Henry, que deberá demostrar su inocencia junto a su equipo de abogados.
Adiós caluroso
Gestos de cariño en la despedida
Viaje a Barcelona. Pese a todo lo ocurrido con el expediente abierto por la FIBA, Pierria Henry ha dejado huella en el equipo y así se demostró el pasado lunes por la tarde en la despedida de sus compañeros. Según ha podido saber este periódico, el base estadounidense acudió al entrenamiento del equipo y se estuvo despidiendo individualmente del resto de la plantilla y se mostró especialmente cariñoso con el entrenador Joan Peñarroya, con quien se fundió en un caluroso abrazo. Henry ya habló maravillas del técnico catalán en una entrevista concedida a este medio, en la que lo definió como “el mejor entrenador” que ha tenido.