Las placas de matrícula es el símbolo distintivo y único de nuestro vehículo, además de un elemento obligatorio para todo vehículo a motor que vaya a circular por la vía pública. Identifican tanto al titular del coche como al propio vehículo y tiene que tener unas características comunes y estandarizadas para todos, aunque en algunos casos pueden llegar a personalizarse sin incumplir la ley.
Personalizar una matrícula muy común en los países anglosajones, como estamos acostumbrados a ver en el cine y los medios de comunicación, especialmente estadounidenses. Ahí vemos matrículas con nombres propios, frases, números simbólicos, equipos deportivos, canciones, y un sinfín de motivos.
En España también es posible cambiar la matrícula al gusto del conductor, según admite la propia Dirección General de Tráfico (DGT), aunque sin alterar las características principales.
La normativa actual respecto a la personalización de la matrícula es estricta en forma y fondo. La matrícula habitual, es decir, la matrícula ordinaria larga, suele medir 52 centímetros por 12. Es la que está colocada en la zona delantera y trasera de los coches.
Además de la habitual hay tres modelos diferentes de placas que miden 34 centímetros por 22, otra de 34 por 11 y la última de 22 por 16, aunque no suelen ser tan comunes y dependen del espacio que tengan algunos modelos, cada vez menos, para alojar las matrículas.
Tráfico empezó a permitir desde 2013 la personalización de esta plaza identificativa de los vehículos, aunque no de la matrícula en sí. Permite algunos retoques dentro de la placa sin que afectan a la clásica combinación de tres letras y cuatro números,elemento principal de las placas.
Sí que está permitido en cambio hacer ciertos pequeños retoques dentro de la placa.
Lo más habitual es la personalización de la matrícula por medio del material del que está fabricada. El dueño del vehículo tendrá la posibilidad de escoger entre las que son de aluminio, que suelen ser las que predominan en el mercado, o las que están fabricadas con material de metacrilato, un material que cada vez se incorpora más en los coches, especialmente de gama alta. Ambos materiales son válidos si respeta las especificaciones técnicas, de caracteres, medidas, etc.
El actual sistema de matriculación lleva en vigor desde el año 2000. Desde entonces, tanto las letras como los números que pudieran provocar malentendidos o formar palabras poco adecuadas o malsonantes quedaron fuera de las permitidas. De esta manera, hay vocales y otra serie de letras que ya no permite el código de matriculación como la Ñ, la Q, la LL y la CH. Además de las 5 vocales.
La normativa actual también permite optar por caracteres estampados con carácter tridimensional. Es posible también imprimir (especialmente en las matrículas de metacrilato) una especie de marco muy fino que rodea a todas las letras y números aunque, insistimos, hay que fijarse mucho para distinguir una matricula ligeramente personalizada de otra estándar. Tráfico también permite la inclusión de "diseños geométricos sin significado reconocible,en las placas de metacrilato siempre que no afecten a las condiciones de retrorreflexión y legibilidad", es decir motivos geométricos sobre el fondo sin variar el color y sin que impidan la correcta visibilidad de la numeración de la matrícula.
Por último recordarte que no llevar una placa homologada o hacerlo de manera incorrecta puede suponerte una multa de 200 euros. Y de 6.000 si modificas el código alfanumérico.