Las rebajas ya están en su apogeo y son miles las personas que andan de tienda en tienda a la caza de una ganga o un jugoso descuento. Pero las épocas de rebajas pueden traer consigo también el peligro de las compras compulsivas que arruinen nuestro presupuesto. Estos son algunos sencillos y prácticos de consejos para evitar los peligros de estas compras.
Tentaciones y emociones
Evitar las tiendas o las páginas on line de productos que no necesites de forma inmediata. Compra con la cabeza y no con el corazón y huye de las estanterías cerca de las cajas para compras de último momento para no caer en compras innecesarias. También es útil acudir a comprar relajadamente, sin prisas y evitando situaciones de estrés laboral o personal. Ir de compras demasiado eufórico o demasiado triste también puede ser peligroso.
Cuidado con las tarjetas
Cuando compres algo necesario y con un presupuesto fijo puede ser conveniente acudir a la tienda con el dinero justo para pagar, en lugar de las tarjetas, que te pueden inducir a una compra innecesaria. Al no disponer de las tarjetas, es más difícil comprar a crédito o usar un dinero que tenías previsto para otros gastos más importantes. Si eres de las personas que tiran rápido de tarjeta ante una situación imprevista es mejor que s de crédito deberían ser sólo para gastos fijos o emergencias.
Presupuesta sin gastos extra
Otro de los consejos financieros más útiles es el diseño de un presupuesto, lo que nos permitirá conocer los gastos fijos y el total de dinero excedente después de pagar todas las gastos obligados. Con este método se puede decidir a qué destinar tus excedentes y determinar si un gasto extra es algo que nos podemos permitir. Un presupuesto, así como una lista de la compra, es altamente útil contra las compras compulsivas.
Identifica tus gastos
Es importante conocer todos nuestros gastos, incluso aquellos que parecen pequeños pero que una vez sumados todos son peligrosos y descuadran tu economía doméstica. Identificar cómo y en qué circunstancias se gasta dinero permite saber cuáles son las áreas en las que se puede reducir y en las que prestar más atención cuando estás más ajustado de dinero .
El valor del esfuerzo
El despilfarro es muchas veces una cuestión psicológica. Por eso es bueno recordarse a uno mismo lo que nos cuesta ganar cada euro de nuestro sueldo antes de realizar una compra compulsiva o de un artículo caprichoso. Un truco que suele funcionar es comparar el precio de lo que queremos comprar con la cantidad de horas o días de trabajo que nos cuesta y si realmente merece la pena. Nos dará una perspectiva diferente y más real a la hora de tomar la decisión de comprar o no.
Plazos temporales
La reflexión que nos proporciona el paso del tiempo es un aliado. Si la compra que pretendemos realizar no es de máxima necesidad es mejor dejarla para una nueva ocasión o para otra visita a la tienda. Dejar transcurrir un plazo de varios días o unas semanas nos hará plantearnos si realmente la adquisición es útil, necesaria y si le daremos un uso continuo o si estamos ante una compra adictiva.
La vida social intensa y el consumo
Muchas veces los compradores compulsivos tratan de satisfacer sus necesidades sociales a través de las compras. Pero comprar no es, ni mucho menos, un sustitutivo de las interacciones personales. Por eso es debemos cuidar y ampliar la vida social con actividades que impliquen el contacto con otras personas. Ello nos alejará de los centros comerciales y de las compras innecesarias.
La regla de las tres erres
La regla de las tres erres (reducir, reciclar y reutilizar) es una sabia consejera para evitar gastos innecesarios y cuadra tu presupuesto. Una actitud más responsable ante el consumo y pensar muy bien si puedes apurar la utilidad de algún producto antes de tirarlo de forma mecánica e irreflexiva a la basura, valorando la posibilidad de donarlos o reciclarlos para un nuevo uso, ayuda también a mitigar de forma ostensible las compras por impulso. Otra buena práctica de consumo es valorar la opción alternativa a una adquisición de un producto nuevo. En su se puede buscar si lo que queremos o necesitamos existe en el mercado de alquiler o de segunda mano. Y nos saldrá más barato.