¿Cómo se resolvería un hipotético empate a puntos final con el Manchester United? La respuesta tiene su miga, pero comencemos apuntando que la UEFA da prioridad al average particular, por lo que, si dicha igualada a puntos se produjera tras un empate en Anoeta (o tras una victoria txuri-urdin), la Real saldría beneficiada. Esto otorga a los de Imanol un margen de error para los dos próximos partidos.
La cosa comienza a complicarse con las hipotéticas igualadas a puntos tras victoria inglesa en Donostia. Si dicho triunfo se produjera por más de un gol de renta (0-2, 1-3...) o con los de Ten Hag anotando más de una diana (1-2, 2-3, 3-4…), serían ellos quienes concluyeran primeros de grupo. Y el embrollo reglamentario llegaría definitivamente si el conjunto de Old Trafford venciera 0-1 en Donostia. Entonces, y en contra de lo que la mayoría de aficionados pudiera pensar, no se acudiría directamente al average general (diferencia de goles computando todos los partidos del grupo). Sí tocaría mirar, en cambio, a la mayor goleada conseguida por Manchester United o Real en la liguilla, midiéndose esto en clave de diferencia de dianas: un 3-0, por ejemplo, se impondría a un 5-3. Finalmente, si dicha diferencia de dianas resultara igualmente equilibrada, habría que acudir al mayor número de tantos anotados con motivos de esas goleadas. Es decir, por ejemplo, que un 5-1 se impondría a un 4-0.
Solo sería aquí, en el complicado caso de que la igualdad continuara aún tras analizar todas estas estadísticas, cuando se consultaría ya el average general.