Al recibir la nómina mensual, podemos ver que existen varios tipos de retenciones que reducen el total del salario bruto. Una de ellas, y seguramente la más conocida e importante, es el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). Asimismo, este tributo supone un pago respecto a nuestras ganancias.
Aun así, hay que saber que los porcentajes de retención aplicados por Hacienda no siempre están ajustados. Por lo tanto, esto supone que debamos mirar minuciosamente todos los detalles de la nómina.
Los tramos de IRPF en 2024
Los empleados reciben en su nómina el salario líquido a percibir, en la cual figuran las bases de cotización, y las retenciones o deducciones que aplican Seguridad Social y Hacienda, descontando al salario bruto del empleado.
En cuanto al porcentaje del IRPF, este tributo varía en función de cada trabajador. Esto se debe a que la Agencia Tributaria fija unas cantidades de retención dependiendo de los ingresos anuales de cada trabajador.
A los sueldos de hasta 12.450 € se les aplicará un IRPF total del 19% entre los 12.450 € y 20.199 €, un 24%; entre 20.200 y 35.199 €, un 30%: de 35.200 a 59.999 €, un 37%; de 60.000 a 299.999 €, un 45%, y a los superiores a 300.000 €, un 47%.
El modelo 145
A raíz de lo que hemos visto anteriormente, la retención del IRPF se aplica de manera progresiva teniendo como referencia los ingresos anuales. No obstante, para ello, Hacienda se vale del Modelo 145 o “Comunicación de datos al pagador”.
Para saber si se aplicará más o menos retención, debemos fijarnos en lo que contempla el artículo 88 del Reglamento del IRPF. Es por eso que debemos tener en cuenta en qué tres casos se hará esta modificación.
- Soltero/a, divorciado/a o separado/a legalmente, con hijos solteros menores de 18 años.
- Casado/a y no separado/a, cuyo cónyuge no tiene rentas al año mayores a los 1.500 €.
- Si existe una situación familiar diferente a las dos citadas.
El IRPF es uno de los impuestos más importantes que existen
Cambios en las retenciones de IRPF
Respecto a la pregunta de si el empleado puede escoger qué retención del IRPF pagará a final de mes, podría hacerlo, siempre y cuando lo notifique vía escrita a la empresa, pero esto no significa que funcione al cien por cien.
A modo de ejemplo, si pedimos que la retención sea inferior a la que nos corresponde, cobraremos más salario al mes. Del mismo modo, cuando debamos presentar la declaración de la Renta, tendremos que pagar más dinero del habitual.
Historia del IRPF
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo directo que grava la renta obtenida por las personas físicas en un país, y tiene una historia que se remonta a principios del siglo XX en Europa. En el Estado, se introdujo por primera vez en 1900 con la Ley de Contribución de Utilidades.
Evolución de impuesto
El IRPF, tal como se conoce hoy, fue establecido formalmente en 1978, tras la aprobación de la Constitución de 1978, que consagró la capacidad del Estado de imponer impuestos progresivos. Este impuesto es gestionado tanto por el Estado como por las comunidades autónomas.
El IRPF afecta significativamente a nuestra nómina y gastos
Numerosas reformas
A lo largo de los años, el IRPF ha experimentado numerosas reformas, especialmente en las décadas de 1980 y 1990, cuando se introdujeron tramos progresivos y deducciones para hacer el sistema más equitativo.
Las reformas continuaron en los años 2000 y 2010, ajustando los tipos impositivos y ampliando las exenciones y deducciones para adaptarse a las circunstancias económicas.