Muchas veces ocurre que cuando compramos ciertos alimentos no conocemos el origen de los productos, solo decidimos llevárnoslo a casa al ver el precio o el envase. Los huevos, por ejemplo, pese a su tamaño, aprovechan su cáscara para aportar información más detallada mediante un código de identificación marcado con bolígrafo permanente negro o gris.
Estos se leen mediante una combinación de cifras y letras, lo cual es ideal para que el consumidor pueda conocer el origen y el modo de producción de los huevos especificando las condiciones en las que se encuentran las gallinas ponedoras en su granja de procedencia. Por tanto, los números indican si las gallinas que han producido los huevos estaban en el suelo, en el campo o enjauladas. También nos indican la localidad exacta de su procedencia. Con este dato podemos saber con exactitud la calidad que tiene el huevo a la hora de consumir.
Pero leer el código puede resultar confuso, ya que el producto presenta dígitos variados con significados diferentes. Por ejemplo, el primer número hace referencia al tipo de cría de la gallina ponedora. El dígito cero indica los huevos de producción ecológica, es decir, son los que proceden de granjas donde la alimentación de las gallinas se basan en productos derivados de la agricultura ecológica.
El dígito uno significa que los huevos proceden de las gallinas camperas. Pueden transitar durante el día por el exterior del campo con vegetación y con un mínimo de superficie. El dos se refiere a las gallinas criadas en el suelo. Suelen estar en gallineros en una superficie mínima de 750 centímetros cuadrados por ave. Por su parte, el tres se vincula a las gallinas en jaula. En este apartado el espacio del animal está limitado por un espacio en donde puede dormir y comer solamente.
Después de la producción de los huevos encontramos a las letras, lo que indica el país de origen del producto, ideal para entender la clasificación de esta mercancía. Por ejemplo, España tiene las iniciales (ES), Alemania (DE), Bélgica (BE), Austria (AT), Eslovenia (SI), y así sucesivamente.
Finalmente, los últimos dígitos del huevos hacen referencia a la identificación de la granja en el municipio. Con todos estos datos podemos comprar el huevo ideal porque, además de conocer la procedencia de su producción local, consumo ecológico y calidad del producto podremos saber cuál es el mejor momento para consumirlos.